Impulso

La Municipalidad de Rosario finalizó el proceso de selección correspondiente al año 2020 para la incorporación de cinco personas trans a la planta municipal en el marco del Decreto 0083/17 y la Ordenanza 9543. En tanto, se formalizó el ingreso de las nuevas trabajadoras y trabajadores en un encuentro que contó con la presencia del intendente Pablo Javkin.

Mariana Caminotti, secretaria de Género y Derechos Humanos, enfatizó: “El cupo trans es el resultado del activismo y de la lucha de los colectivos de la ciudad, y desde el Estado tenemos la obligación de garantizar su cumplimiento”.

De acuerdo con la funcionaria, “el cupo laboral trans es una política propositiva de inclusión, necesaria para poder garantizar derechos a una de las poblaciones más vulneradas en la actualidad. Con esta acción se apunta a generar una mayor autonomía y construcción de ciudadanía, fortaleciendo capacidades y posibilitando otros proyectos de vida”.

Por su parte, Martín Clapié, director de Diversidad Sexual, afirmó: “Para todo el equipo fue muy importante haber llegado finalmente a esta instancia, porque el proceso de selección fue realmente arduo ya que cada una de las personas que se presentaron en la convocatoria estaba muy preparada y nos representó un verdadero desafío. Cada une de les ingresantes que se suman a nuestra planta municipal realmente se destacaron en sus entrevistas”.

Finalmente, la presidenta del Concejo Municipal, María Eugenia Schmuck, destacó: “La ordenanza de cupo laboral trans es una iniciativa que trabajamos junto a Vox y Putos Peronistas, aprobada en 2016 y que conviritó a Rosario en una de las ciudades pioneras de cupo laboral trans del país. Hoy, con el ingreso de cinco nuevas compañeras y compañeros, cumplimos con nuestra palabra, garantizando oportunidades para que Rosario sea un poco más igualitaria“.

TODO LLEGA

Las cinco personas seleccionadas se sumarán a la planta municipal desde del próximo 2 de enero y sus funciones fueron designadas por el jurado que tuvo a su cargo todo el proceso de selección.

Mariana Fregenal está feliz. Tiene 42 años, es chef y, muy entusiasmada, se incorporará a uno de los Centros de Protección para mujeres víctimas de violencias de género. Conoce a varias de las compañeras con las que ingresó y también a otras dos personas que entraron con el cupo anterior. “Es un adicional de alegría, porque entramos todas juntas después de pasar por tanto”, dijo emocionada.

Y valoró: “A algunas chicas no las conocía, pero escuchar que van a estar atendiendo en los centros municipales de Distrito es un indicio enorme, porque abre un montón, más allá de que hay otres compañeres que ingresaron en el cupo anterior ya trabajando en espacios de atención al vecino, esta es una oportunidad para que las personas que se acercan a los distritos todos los días puedan conocer otras realidades, para que nos hagamos más visibles”.

Santiago Quizamás, también de 42 años, es papá trans y comparte la alegría de sus compañeras. A partir del próximo mes se sumará al equipo interdisciplinario de la Dirección de Diversidad Sexual, aportando al colectivo su recorrido militante. “Para el colectivo de las trans masculinidades es un paso gigante. Poder colaborar con el colectivo es fundamental, ya lo veníamos haciendo, pero ahora nos toca otra instancia, otro camino. Y el cupo es un aporte y una apuesta a una sociedad más justa, más diversa”, dijo.

“Estoy agradecida y feliz de que exista el cupo en Rosario. Ayer pensaba y decía, todo llega, porque me presenté un montón de veces y nunca quedaba. Siento que me va a cambiar muchísimo la vida, porque con la pandemia muchas de nosotras nos quedamos sin trabajo”, cuenta la periodista Mariana Braccani.

“Nuestro colectivo tiene un montón para aportar a la sociedad, porque por ser diferentes no dejamos de ser personas. Podemos estudiar, desarrollarnos y ojalá esto sirva para abrirle camino a mucha más gente”, agregó.

Virginia Rivero (32) no lo puede creer. Profundamente emocionada, aseguró que esto le devolvió las ganas de vivir, porque no sólo conoce a les compañeres con quienes ingresa, sino sus recorridos, sus historias. “Esto me cambia la vida por completo, porque este es un trabajo digno. Entonces desde ya, te levantás con otra onda. Me dignifica. Es una salida de todo”, contó.

“¡Al fín llegó!”, exclamó Xiomara Toffoletti (28), oriunda de Misiones, a 9 años de su arribo a la ciudad. “Sentir que a esta edad logro un empleo formal me incentiva un montón, porque después de tanta lucha y pelea es una alegría. Yo no la tuve tan difícil, porque conté con el apoyo de mi familia, sobre todo de mi hermana, que fue la persona que me incentivó a estudiar”, expresó.

Xiomara tampoco perdió la oportunidad de agradecer a comunidad travesti trans Rosario, porque no solamente fueron quienes le abrieron las puertas apenas llegó a la ciudad, sino que cree que “sin el impulso y sin la lucha del colectivo esto no hubiese sido posible”.

En este marco, Clapié valoró esta instancia como la posibilidad de hacer un reconocimiento ciudadano hacia la comunidad travesti trans: “El logro también es colectivo; porque el hecho de que las mujeres y varones trans formen parte de espacios en los que la ciudadanía transita cotidianamente, implica poder plasmar la visibilidad del colectivo y humanizar la mirada de les otres, deconstruyendo y derribando prejuicios hacia las personas travesti trans”.