La participación cayó casi un 25% en los últimos diez años. Asimismo, se observa una fuente desaceleración de los fondos coparticipados en el primer semestre del año, que crecieron tres veces menos que en igual período del 2008. Por su parte, existen fuertes dicotomías entre los fondos recibidos por cada jurisdicción, ya que, por ejemplo, lo que recibe por este concepto un bonaerense en siete años y medio o un santafesino en cuatro lo recibe un fueguino en un año.
El Instituto de Estudios Económicos de la Fundación Libertad, elaboró un informe sobre la asignación de recursos nacionales a las provincias. En el mismo presenta datos en relación a los montos coparticipados así como también refleja las dicotomías provinciales existentes.
Montos Coparticipados a Provincias
En los últimos seis años las provincias y la Ciudad de Buenos Aires obtuvieron fondos nacionales por un valor cercano a los 250.000 millones de pesos, habiéndose multiplicado 3,6 veces lo que recibieron entre 2003 y 2008.
Pese a ello, en el primer semestre de 2009 la dinámica se modificó bruscamente, ya que los fondos enviados crecieron con respecto al mismo período del año anterior a una tasa del 8,6%. Cabe remarcar que entre los primeros seis meses del 2008 y los del 2007 la tasa del crecimiento había sido del 28,1%
Por otra parte, de la totalidad de la recaudación nacional del año 2008, se destinó a las provincias y a la Ciudad de Bs. As. el 25,7% de lo recaudado. Un año antes ese guarismo era del 27,6% y diez años atrás era del 33% sin considerar los fondos destinados a la Ciudad de Bs. As. Más aún en el primera mitad del presente año el ratio mantiene su tendencia decreciente cayendo al 24,9%. Es decir que de cada 100 pesos que se recaudan de tributos nacionales, la administración nacional se queda con $75 y las provincias solamente con $25.
Recursos Recibidos por Provincia
Un problema adicional que presenta el federalismo argentino, es la inequidad con la que se asignan los fondos entre las distintas jurisdicciones. Por cierto, si se mide el monto de coparticipación por habitante, la más favorecida recibe 7,5 veces más que la mayor perjudicada.
Más aún, las cuatro provincias que menos dinero reciben por habitante (Santa Fe, Córdoba, Mendoza y Buenos Aires) abarcan al 58,8% de la población del país pero obtienen solamente el 41,5% del total de los fondos que el gobierno nacional asigna a las provincias.
En el gráfico que se puede ver ingresando en la galería de imágenes,se presenta la distribución de recursos nacionales por habitante, por provincia, para el año 2008.
Por ende se observa que en la distribución de fondos no se sigue ni un criterio devolutivo (darle más fondos a la provincia que más aporta) ni redistributivo (darle más fondos a la provincia más pobre). Para ver ello basta describir lo que sucede al comparar dos provincias como Mendoza y Entre Ríos. Siguiendo el primero de los criterios, en la provincia cuyana se recaudaron un 56,5% más de impuestos nacionales que en Entre Ríos, pero recibió un 14,1% menos de fondos nacionales. Asimismo, la redistribución se hace a la inversa ya que Mendoza tiene una superficie y población mayor y al mismo tiempo menor nivel de ingreso por habitante y mayor tasa de pobreza. Más aún en términos per cápita y por kilómetro de superficie recibe un 37,6% y 55,1% menos respectivamente. Situaciones como esta se dan al comparar varias jurisdicciones.
Por otra parte la provincia de Santa Fe, es junto con Córdoba y Buenos Aires, una de las aportantes netas de fondos a la nación. Es decir, aportan más de lo que reciben. Si bien las provincias mencionadas presentan un mayor dinamismo económico, esto no necesariamente implica que tengan mejores indicadores socio-económicos. Por cierto, la pobreza en Santa Fe alcanzaba en el 2008[1] al 30,7% de la población, guarismo muy superior al 7,9% de Santa Cruz y al 9,5% de Chubut y Tierra del Fuego, siendo estas jurisdicciones, detrás de la Ciudad de Buenos Aires, las de mayor ingreso per cápita.
Así la redistribución de ingresos en el territorio argentino es explicada solamente por la extracción de recursos a las provincias de Santa Fe, Buenos Aires y Córdoba, y a la Ciudad de Buenos Aires. En este último caso, y también en el del distrito bonaerense, hay que tener presente que la administración nacional provee o subsidia diversos servicios (transporte, seguridad, etc.), en mayores cuantías que en el interior del país. Claramente, en el caso de Santa Fe, y también de Córdoba, al resignar gran parte de los recursos propios se ven sumamente perjudicadas para resolver carencias propias como son los altos niveles de pobreza, desempleo y acceso a servicios básicos para gran parte de su territorio.