La organización Aministía Internacional (AI) publicó un informe en el que sostiene que que las fuerzas rusas deberán responder por los “crímenes de guerra” cometidos en la región de Kiev, en el marco de la invasión a Ucrania iniciada el 24 de febrero, tras una investigación que documenta bombardeos ilegales y ejecuciones extrajudiciales en varias localidades situadas en los alrededores de la capital.
“Las fuerzas rusas deben responder ante la justicia por una serie de crímenes de guerra cometidos en el noroeste de Kiev”, dice el informe “No volverá: crímenes de guerra en áreas en el noroeste de la región de Kiev”, que recoge decenas de entrevistas y un análisis de pruebas materiales recabadas en la zona tras la retirada de las tropas de Rusia.
La organización documentó ataques aéreos ilegítimos en Borodianka y ejecuciones en varias localidades y pueblos de la región, incluidos Bucha, Andriivka, Zdvizhivka y Vorzel.
La secretaria general de la organización, Agnes Callamard, indicó que “el patrón de crímenes cometido por las fuerzas rusas documentado incluye tanto ataques ilegítimos como homicidios deliberados de civiles”, según recogió AI tras las entrevistas a sobrevivientes y familiares de las víctimas así como también a altos cargos del Gobierno ucraniano.
“Es vital que todas las personas responsables, incluidas las que ocupan los máximos puestos en la cadena de mando, respondan ante la Justicia”Agnes Callamard
“Nos hemos reunido con familias cuyos seres queridos perdieron la vida en ataques terribles y cuyas vidas han cambiado para siempre la invasión rusa. Apoyamos sus pedidos de justicia y solicitamos a las autoridades ucranianas, al Tribunal Penal Internacional (TPI) y a otras entidades que garanticen la preservación de las pruebas que podrían respaldar futuros enjuiciamientos por crímenes de guerra”, subrayó.
“Es vital que todas las personas responsables, incluidas las que ocupan los máximos puestos en la cadena de mando, respondan ante la justicia”, agregó Callamard, en un comunicado publicado por Amnistía tras la presentación del informe.
En este sentido, la ONG detalló que en Borodianka murieron al menos 40 civiles en ataques desproporcionados e indiscriminados que devastaron todo un barrio y dejaron sin hogar a miles de personas, mientras que en Bucha documentaron 22 casos de asesinatos a manos de las fuerzas rusas, en su mayoría presuntas ejecuciones extrajudiciales.
Amnistía resaltó que durante sus 12 días de investigaciones, su equipo entrevistó a residentes en Bucha, Borodianka, Novyi Korohod, Andriivka, Zdvizhivka, Vorzel, Makariv y Dmitrivka, que tenían conocimiento de primera mano de estos abusos.
Durante la presentación del informe, la organización destacó que entre el 1 y el 2 de marzo una serie de bombardeos rusos alcanzaron ocho edificios de apartamentos en Borodianka en los que vivían más de 600 familias, matando al menos a 40 civiles y destruyendo estos inmuebles y decenas de casas en los alrededores.
AI recalcó que en ninguno de los edificios atacados localizaron objetivos militares ucranianos, si bien algunas personas armadas dispararon contra vehículos militares rusos que pasaban por la zona.
Por otra parte, Amnistía denunció que entre el 4 y el 19 de marzo las fuerzas rusas mataron a cinco hombres en presuntas ejecuciones extrajudiciales en la ciudad de Bucha, según recogió la agencia de noticias Europa Press.
La organización también relató que muchos familiares de las víctimas exhumadas en Bucha, Borodianka y otras localidades de la zona mostraron su malestar por la manera en la que fueron tratados los restos de sus seres queridos y denunciaron que las autoridades no las mantienen informadas y que en algunos casos los restos no estaban siendo identificados correctamente.
Fuente: Télam