El próximo 20 de junio la Presidente de la Nación, Cristina Fernández, vendrá a Rosario para participar del acto por el Día Nacional de la Bandera, oportunidad que podría ser aprovechada por la mandataria para anunciar obras para la ciudad y la región.
En contacto con este medio, el intendente de Rosario, Miguel Lifschitz, dijo que el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, lo llamó personalmente la semana pasada para confirmar el arribo de la mandataria, Cristina Fernández. “Es el primer feriado nacional inamovible por el Día de la Bandera, por lo cual es especial para nosotros”, opinó el intendente.
Además, al momento de hablar sobre posibles anuncios que la presidente esté preparando para Rosario, Lifschitz declaró: “Nosotros no acostumbramos a realizar pedidos a la Nación en oportunidades como éstas. Sin embargo, tenemos expectativas de que exista algún anuncio de proyectos importantes para la ciudad y la región”.
En cuanto a posibles temas que puedan destrabarse o ponerse en ejecución luego de la visita a Rosario de Cristina Fernández, vale mencionar que hay una serie de obras que dependen de la gestión presidencial.
Uno de los temas pendientes es la liberación de los terrenos la Administradora de Infraestructura Ferroviaria (Adif) en Puerto Norte, donde el Ejecutivo local planea avanzar con varios proyectos públicos y privados sobre las 60 hectáreas que comprende el predio.
Se necesita una autorización de parte del Ministro de Planificación Federal Julio De Vido para disponer de tierras en la costa norte y 30 unidades de pequeña o mediana escala de viviendas, oficinas, locales comerciales y nuevos espacios públicos.
Además, otro de los temas pendientes que la Nación adeuda al Estado municipal, es la liberación de la Zona Franca de Bolivia. Se trata de una importante zona ubicada en el área costera, entre la Estación Fluvial y la intersección con Avenida Pellegrini, donde se pretende convertir esos terrenos en un importante paseo peatonal de cara a río.
Esta zona consta de una superficie de 54 mil metros cuadrados, que el municipio pretende utilizar como recorrido público, y para ello Bolivia probablemente busque una contraprestación, ya sea económica o que trasladen la Zona Franca a otro lugar.
Lo cierto es que la zona se encuentra actualmente en abandono por falta de trabajos de mantenimiento e inversiones del gobierno boliviano. El último buque que amarró allí data de 1988, lo cual deja a las claras el estado de los terrenos.