La industria de la construcción es una de las que más generaban empleo antes de la pandemia en el mundo, pero también era una de las más proclives a la rotación de personal por diferentes causas, entre ellas, los accidentes en las obras.
Para especialistas, mantener a los trabajadores seguros en esta industria requiere el uso de tecnología adecuada, pues enfrentan problemas relacionados con la calidad del aire, la temperatura y el funcionamiento del equipo.
Si una empresa se apoya en la tecnología para mejorar el conocimiento y mitigar los riesgos, las organizaciones también pueden cumplir más fácilmente con las regulaciones y estándares aplicables a su industria en su país.
En Estados Unidos, las empresas que utilizan sistemas y software para rastrear y monitorear la seguridad de los empleados y contratistas, incluso antes de que entren en la obra, ven reducciones en los incidentes de hasta un 50% en comparación con el promedio de la Oficina de Estadísticas Laborales.
Mientras que, en otros países de Latinoamérica, hasta el 8% de los accidentes ocurridos en el 2019 fueron en la industria de construcción; datos que no pueden desestimar las empresas en su conteo de seguridad.
Con el objetivo de aminorar estas cifras, las empresas del sector migran con más frecuencia hacia plataformas digitales que, más allá de los conocidos beneficios en cuanto a disponibilidad de datos, ofrecen una mejora en la gestión e implementación de programas de seguridad para sus empleados.
Las herramientas digitales son decisivas para implantar con éxito un programa de seguridad en el trabajo, porque facilitan los procedimientos administrativos y ponen el foco en cómo mejorar para que las tasas de accidentalidad se sigan reduciendo.
A continuación, se mencionan seis beneficios de la digitalización en la industria de la construcción:
1. Nuevas formas de evidenciar y resolver problemas: el envío de alertas de seguridad instantáneamente a través de la plataforma; se cargar una foto para explicar el inconveniente y la solicitud llega directo a quien dará solución, esto mejora los tiempos de respuesta y minimiza las posibilidades de que ocurra un siniestro.
2. Redirección ágil de la estrategia de seguridad: cuando se deben realizar modificaciones a la política, hay un ahorro importante en todo el papeleo y aprobaciones necesarias para que salga a flote. Un ejemplo fue la implementación de estrategias de bioseguridad para seguir trabajando en medio de la pandemia. Gracias a los datos registrados en las plataformas, las empresas conocían exactamente el número de trabajadores por zonas para realizar los cálculos de aforo, el número de equipos de protección individual y los elementos necesarios para la limpieza y desinfección.
3. Control sin necesidad de estar en obra: las herramientas digitales permiten realizar la auditoría remota de la correcta implementación del sistema de seguridad de cada empresa, sin hacer presencia en la obra, gracias a todos los datos registrados en la plataforma, como indicadores y anomalías.
4. Acreditación con terceros: la digitalización de toda la gestión administrativa relacionada con la política de seguridad empresarial permite la mejora continua y facilita los procesos de acreditación con terceros, además, la seguridad del trabajador es un aspecto que afecta la confianza del cliente con la empresa.
5. Menos labores administrativas: liberar al personal de extenuantes labores administrativas les permite analizar los datos recogidos en la plataforma para reconocer cuáles actividades generan mayores tasas de accidentalidad, para poner en marcha acciones correctivas.
6. Comunicación más fluida obra-oficina: conectar a todo el personal permite que la información fluya y que cada uno esté más consciente de lo que debe hacer para proteger su seguridad en el trabajo; el personal que trabaja en la obra y el personal que trabaja en la oficina tienen acceso a la misma documentación.