La Cámara de Diputadas y Diputados de Santa Fe aprobó el proyecto de Ley de Educación Provincial, que rige sobre la educación pública en sus distintos niveles y modalidades y puede ser gestionada por el Estado provincial o por entidades privadas, cooperativas u organizaciones sociales, para garantizar “el derecho humano a una educación integral, permanente y de calidad”. A tal fin, establece que el gobierno debe comprometer un presupuesto no inferior al monto inicial aprobado en el ejercicio anterior.
Es la segunda vez que la norma logra acuerdo en la Cámara baja y de aprobarse en el Senado, Santa Fe tendría una nueva ley de educación, ya que la última norma sancionada en esa materia es de 1949.
La diputada provincial Claudia Balagué (Socialistas) puso especial énfasis en destacar que la norma “fue construida sobre la base de la participación colectiva, a través de foros realizados en toda la provincia con docentes, estudiantes, gremios, especialistas, familias, legisladores, organizaciones sociales”, enumeró la ex ministra de Educación durante el gobierno de Miguel Lifschitz.
“En 2019 esta Cámara aprobó una iniciativa que no llegó a convertirse en ley. En esta oportunidad, hemos recogido también el aporte de distintos proyectos, se ha mejorado la redacción, se han incluido nuevas cuestiones. Ahora tenemos que convencer al Senado para que esta ley tenga una sanción definitiva”, bregó.
En tanto, Clara García (Socialistas) celebró que “después de más de 70 años, Santa Fe se encamine a tener su Ley de Educación. Somos protagonistas de un momento histórico para nuestra provincia. Cuando decimos que para el Frente Amplio Progresista, la educación está primero, no mentimos”, sostuvo.
“Lifschitz envió el proyecto en 2017, siendo gobernador”, recordó la legisladora, y destacó que se trata de “una ley de vanguardia, con sello santafesino, que recupera su tradición pedagógica y, a la vez, atiende la identidad diversa de la provincia”.
Por su parte, el diputado Rubén Giustiniani (Igualdad y Participación) puso de relieve que la ley “está planteada en cuatro claves: la innovación, la protección de las trayectorias de cada estudiante, la formación, y la participación y el compromiso”.
García confió en que “va a poner en valor la educación santafesina y a proteger uno de los legados más importantes para cualquier sociedad que quiera salir adelante; es una ley fundamental para construir otro futuro para Santa Fe”.
La iniciativa aprobada -que reúne 232 artículos- fue consensuada en la Comisión de Educación, unificando las propuestas ingresadas por Balagué (acompañada por el bloque Socialistas, sobre la base del proyecto enviado por Lifschitz y aprobado por unanimidad); por Agustina Donnet (Igualdad y Participación), Alejandro Boscarol (UCR – Juntos por el Cambio), Ricardo Olivera (Justicialista), y Carlos Del Frade (Frente Social y Popular).
LAS NOVEDADES DEL PROYECTO
Entre las novedades que introduce el proyecto, se destacan la obligatoriedad de la escolaridad a partir de los tres años, la promoción de la jornada ampliada en las escuelas primarias, las prácticas educativas de los estudiantes secundarios en organizaciones sociales, culturales y productivas y la gestión cooperativa y social, con formas organizativas orientadas a sectores de la población en situación de vulnerabilidad social.
La ley suma como modalidades la educación en entornos virtuales, en procesos educativos que articulan presencialidad y virtualidad; la educación física y la educación rural y de islas, además de asegurar trayectorias abiertas y flexibles para estudiantes con discapacidad, priorizando la asistencia a la institución del nivel correspondiente y no exclusivamente a escuelas especiales. También establece el compromiso de jerarquizar en todas las áreas los conocimientos y prácticas de las culturas originarias para la construcción de ciudadanías interculturales.
Además, con esta ley el Estado provincial debe asumir el compromiso de la innovación permanente en la dinámica y los contenidos escolares, la enseñanza de los derechos humanos para reafirmar el compromiso con la defensa y promoción de derechos y libertades, la construcción de la memoria colectiva sobre los procesos históricos y políticos que vulneraron los derechos humanos; en particular, la enseñanza y reflexión sobre la causa permanente e irrenunciable de soberanía argentina sobre las Islas Malvinas, a través de la articulación con los Veteranos de Guerra.
Explícitamente, incorpora como obligatorios la educación para la ciudadanía, la convivencia y la participación democrática; seguridad vial, educación ambiental, educación alimentaria, educación para el autocuidado, la salud, la calidad de vida, el acceso y uso de las tecnologías digitales, la vinculación con el mundo del trabajo, la enseñanza de la cultura y las lenguas, en particular, aquellas vinculadas a los pueblos originarios, las colectividades de inmigrantes y la integración latinoamericana.
Esta ley provincial es la primera en incluir la Educación Sexual Integral (ESI) laica, con perspectiva de Derechos Humanos, género y diversidades sexuales en los establecimientos públicos, de gestión estatal, privada, cooperativa y social, atendiendo a su realidad sociocultural y a sus necesidades, de acuerdo con la Ley Nacional N°26.150, que este octubre cumplió 15 años.