El predio de casi 900 metros cuadrados, está en la mira de un desarrollador inmobiliario local para una construcción de gran dimensión, pero para que ello suceda, es necesario que deje de ser considerado Patrimonio histórico, cultural y científico.
Este precedente podría generar una catarata de demandas millonarias contra la Municipalidad de Rosario.
El reclamo de distintos sectores y vecinos no es contra las construcciones de gran porte, ni contra el progreso que conllevan, ni contra las inversiones, el problema es contra la pérdida de patrimonio histórico, cultural y científico de nuestra ciudad.
No es la primera vez que se pone en la mira un inmueble catalogado como A2 -esto implica que su fachada y su interior deben ser preservados.
“El problema es que los inmuebles no parecen tener el mismo tratamiento en la Comisión de Patrimonio. Depende del proyecto, depende de quién lo presente y dependiendo de quién pida la descatalogación, es el tratamiento que se les otorga”, destacaron desde los sectores críticos.
“Los grupos conservacionistas no nos oponemos al progreso, nos oponemos al progreso que le da la espalda a la historia. Ese progreso que por mirar hacia adelante se olvida del pasado. El pasado debe ser preservado y atesorado para poder crecer. Este inmueble es un inmueble de valor histórico, es nuestra responsabilidad como ciudadanos de Rosario pelear por la preservación de ese valor, no en contra del desarrollador, no en contra de la Comisión, sino por la preservación de nuestro capital histórico”, confió un defensor patrimonial.