El país atraviesa el tercer pico de contagios. En paralelo, se aproximan las elecciones presidenciales.
En una impactante admisión a días de las elecciones generales que hizo tambalear a los mercados, el Gobierno del presidente Donald Trump dijo que “no va a controlar la pandemia” de coronavirus, con el país sumido en un tercer pico de contagios que bate récords y no para de agravarse.
Datos publicados este lunes mostraron que Estados Unidos tuvo una media de más de 68.700 casos diarios de coronavirus la semana pasada, la mayor desde el inicio de la pandemia, con dos días de récords absolutos de más de 83.000 y los contagios en alza en por lo menos unos 35 de los 50 estados del país.
En un contexto de creciente deterioro sanitario, la sureña ciudad texana de El Paso adoptó las restricciones más severas en vigor en todo Estados Unidos, al decretar desde este lunes una cuarentena casi total, con toque de queda incluido, luego de que sus hospitales llegaran al máximo de su capacidad tras números récord de contagios.
Los temores por la evolución de la crisis coinciden con la última semana antes de las elecciones y con los esfuerzos de Trump de hablar de cualquier otra cosa, temeroso de pasar a la historia como el primer presidente de un solo mandato en 40 años si los comicios se convierten en un referendo sobre su manejo del coronavirus.
Su rival demócrata, Joe Biden, busca que el foco esté puesto precisamente en eso, para poder criticar a Trump por la gestión de la pandemia y presentarse como una opción más segura y estable.
Ante una situación inocultable, el jefe de gabinete de Trump dijo anoche que Estados Unidos “no va a controlar la pandemia” y debe centrarse en “factores de mitigación“, como tratamientos efectivos, mientras espera una vacuna, en línea con los deseos del mandatario de dar vuelta de página y hacer foco en otros temas, según consigna CNN.
LA RESPUESTA NO TARDÓ EN LLEGAR
De inmediato, Biden aprovechó el comentario de Mark Meadows. “Fue una constatación honesta de la estrategia del presidente Trump desde el inicio de la crisis: agitar la bandera blanca de la derrota y esperar que, si se lo ignora, el virus se irá. No lo ha hecho y no lo hará“, dijo Biden, meses después de que el mandatario dijera que estaba “en guerra” contra el virus y que era “un presidente de tiempos de guerra“.
Los comentarios tampoco pasaron desapercibidos en Wall Street, donde las pérdidas se aceleraron y el Dow Jones caía 800 puntos, o un 2,8%, a media rueda en Nueva York.
Pese a lo crítico del momento, Trump tiene previsto visitar casi una docena de estados en su última semana de campaña, con actos multitudinarios en los que pocos o nadie usa tapabocas ni hay distanciamiento. Biden visitará seis estados, siempre con actos con pocas personas y protocolos o directamente virtuales.
Télam