Fernando Sabag Montiel sabía utilizar la pistola Bersa semiautomática de acción simple, calibre .32 (7,65mm Browning), modelo Lusber 84. El acusado por el intento de magnicidio contra la vicepresidenta de la Nación gatilló dos veces apuntando a la cara de Cristina Kirchner, pero el disparo no salió.
Al ser peritada por la Policía Federal se confirmó que la pistola, aunque estaba cargada con 5 cartuchos, no tenía bala en la recámara. Sin embargo, los peritos de la División Balística confirmaron que ésta funcionaba perfectamente. De ese modo se comprobó que el arma no estaba lista para emitir las detonaciones.
En ese marco, se especuló con que Sabag Montiel no supiera manipular el arma, que se puso nervioso y se olvidó de accionar la corredera para que una bala suba a la recámara o que lo hizo adrede, para simular el tiro. De la memoria del celular del atacante se recuperó un video en el que se descartó que no conociera el funcionamiento de la pistola.
En el mismo se lo ve a Sabag Montiel haciendo con la corredera el movimiento necesario para que una de las balas del cargador suba a la recámara y la pistola quede lista para disparar. El cargador está dentro de la empuñadura. Aunque esté lleno, no dispara hasta que uno de los proyectiles queda acomodado en la recámara, es decir en un compartimento del cañón.
Recién entonces se puede gatillar y el disparo sale. Para que la bala suba desde el cargador a la recámara, hay que hacer un movimiento con la corredera que es el que se le observa hacer en el video recuperado por los peritos de la causa.