Aunque aún no hay confirmación oficial por parte de las compañías, se estima que el aumento podría ser de entre el 6% y el 7%, y se espera que entre en vigencia entre mañana y el domingo.
“La situación es insostenible. En noviembre se llegó a un acuerdo para establecer un camino de precios, pero bajo ciertas circunstancias que ahora han cambiado considerablemente”, aseguraron desde una de las principales compañías del mercado.
Según estas fuentes empresariales, “la decisión ya está tomada” y solo falta el anuncio y su implementación, donde la estrategia de comunicación de cada empresa juega un papel importante.
“Si la inflación acumulada en el período es del 42,2%, el dólar ha subido un 40% y los combustibles han aumentado un 23%, está claro que la situación es insostenible y que el acuerdo ya no se sostiene”, agregaron.
La incógnita radica en cómo reaccionará YPF ante esta situación: “En las reuniones internas entre las empresas, el sector técnico de YPF está de acuerdo con nosotros, pero luego está el sector político que busca algo diferente”, revelaron desde las compañías.
La reciente decisión del Banco Central de negar a las petroleras el acceso a dólares oficiales para sus importaciones también ha influido en la decisión de las compañías de dar por terminado el acuerdo.
El retraso en el valor de los combustibles también afecta a los propietarios de las estaciones de servicio, quienes deben enfrentar aumentos de costos en línea con la inflación y ajustes en un precio regulado muy por debajo de esos porcentajes.
“Estamos al borde del colapso. La inflación y el retraso en los precios de los combustibles hacen que sea insostenible mantener las estaciones abiertas. Necesitamos una solución”, reclamaron desde CECHA, la cámara que agrupa a los propietarios de estaciones de servicio.