Para fines de 2012, aseguraron al diario Tiempo Argentino desde el Banco Central de la República Argentina (BCRA), "completarán el cupo en un 95 a 100 por ciento" respecto del dispuesto en julio de 2012 porla comunicación "A"-5319, que exigió a la banca pública y privada el otorgamiento de un cupo de créditos a los sectores productivos con tasas de interés subsidiadas del 15% con cuotas fijas en pesos y con el tipo de cambio anclado al momento de acceder al crédito.
Según los voceros de la entidad, el éxito de la medida "desacredita los argumentos que originalmente esgrimían algunos bancos".
Ellos decían que había créditos de inversión y no había demanda. Pero si hay tasas de interés y plazos razonables quedó demostrado que la demanda aparece. Incluso ha quedado demanda insatisfecha".
El cupo equivale al 5% de los depósitos de cada una de las entidades. Además, debían garantizar un 50% para las pymes.
Los fondos, por su parte, no son de "libre aplicación" sino que taxativamente deben destinarse a proyectos de inversión en bienes de capital y a la ampliación de plantas de producción y comercio.
La idea de fondo es tratar de promover la actividad sobre la base de ampliar la capacidad productiva y no solamente a partir de un estímulo al consumo.
El gobierno busca promover la sustitución de importaciones de insumos básicos de la gran industria automotriz y electrónica a partir del estímulo a las Pymes para que sean, a su turno, provedoras de las primeras.
Los bancos, que inicialmente habían mostrado cierta resistencia a la medida, cumplirán con el cupo y, en algunos casos, los superarán ampliamente.
El cupo establecido totaliza, entre la banca pública y la privada 14.930 millones de pesos.
Según un informe oficial de la entidad a cargo de Mercedes Marcó del Pont, en los primeros tres meses de la vigencia del programa, el 36% de los préstamos fueron otorgados por bancos públicos y el 64% por entidades privadas.
Desde el punto de vista de los sectores, ha sido el industrial el que más créditos ha obtenido (32%) seguido por el sector comercial (23%), la actividad primaria (16,4%), generación y provision de electricidad y gas y agua (15,2%), servicios con el 13,4% y la construcción con un 1,4%.
Además, dentro del sector industrial los más beneficados han sido los sectores de la alimentación (32%), siderurgia y metalurgia (22%) y fabricación de productos minerales no metálicos con el 18%.