El canal de televisión por cable, Animal Planet presenta desde este lunes 22 a la hora 22 (ARG) en su nueva mini-serie de tres episodios "Atracciones Fatales", las más fascinantes y reveladoras historias de personas que eligen como mascotas a reptiles venenosos, felinos mortales y chimpancés, con el propósito de entender los motivos que impulsan su obsesión por estas criaturas y enviar una señal de advertencia.
¿Cuál es la razón por la que algunas personas se sienten a gusto con animales domésticos, como perros y gatos, mientras que otras encuentran compañía y afecto en animales que podrían matarlos?
Cada episodio de "Atracciones Fatales" dramatiza y cuestiona varios casos de dueños de mascotas exóticas. Expertos en comportamiento animal y humano brindan sus análisis y opiniones. Los dueños de las mascotas comparten sus experiencias y explican por qué consideran que el gran amor que sienten por estas criaturas amerita correr el riesgo de provocar una tragedia que puede incluso tener consecuencias fatales.
El primer episodio presenta dos historias con un final triste, tanto para los animales como para sus dueños. Se trata de un hombre que se presume fue devorado por uno de sus lagartos monitor y una mujer que no sobrevivió a la mordedura de su víbora.
Resulta curioso que la posesión de mascotas exóticas no es tan inusual como podría pensarse ni como los expertos en vida salvaje desearían. Millones de animales de este tipo son introducidos anualmente en los Estados Unidos y un número considerable de ellos tiene la capacidad de causar heridas graves o letales a sus dueños, vecinos y familiares. “Muchos de los casos de personas que acumulan cantidades exageradas de animales incluyen posesión de mascotas exóticas”, afirma Josephine Martell, Directora del “Programa de Protección de Animales Salvajes en Cautiverio”.
Martell es experta en políticas de bienestar animal y conoce a fondo el tema de la posesión de animales exóticos, gracias a su trabajo de investigación y rescate. “En particular muchos dueños de animales peligrosos, como grandes felinos, se encuentran en un estado de negación acerca de la necesidades o los problemas de seguridad que representa tener a estos carnívoros en libertad. Muchas de estas personas, incluyendo aquellos que acumulan animales, profesan sentir un gran amor por sus mascotas a pesar de las condiciones en que los mantienen y creen que el sentimiento es mutuo.”