Con el Ejecutivo y la Oposición de acuerdo en que se debe tratar el tema, el desencuentro radica ahora sobre los “autos particulares”, o puntualmente, Uber.
Mientras el espacio que responde al intendente de Rosario, Pablo Javkin, presentó un proyecto en el que indica que todas las empresas deberían generar una aplicación a la que el Estado debería tener acceso para controlar choferes, recorridos y más; el concejal de Juntos por el Cambio Carlos Cardozo pidió la formación de un “Servicio Privado de Transporte de Personas Independiente a través de Aplicaciones” (SPTPIA) con la finalidad de conectar a usuarios que lo demanden con conductores de vehículos automotores que ofrecen dicho servicio mediante tecnologías de dispositivos móviles; y Miguel Tessandori de Volver a Rosario “crear el marco regulatorio para el funcionamiento de las aplicaciones que utilizan sistemas de posicionamiento global para ofrecer el servicio de transporte”.
Si bien desde todos los lugares se plantea que el tema está “verde”, coinciden en que la próxima semana podrían llegar a un punto en común sobre el que resta definir si se tocarían los “autos particulares”. Sin embargo, en Rosario ya funcionan aplicaciones como Uber, las cuales no se encuentran reguladas y operan con total normalidad.
El proyecto del Ejecutivo
Desde CREO, indicaron a RedBoing que la idea es que todas las empresas se inscriban como taxis o remises, pasando a ser reguladas por esas condiciones. En efecto, pusieron como ejemplo Cabify, que funciona como una remisería, para “saber quién está en cada auto, aspectos referidos al seguro del vehículo y otras obligaciones”.
En ese punto, el Ejecutivo busca establecer parámetros de calidad y requisitos de la App para un doble control desde el Estado y el usuario. Entre ellos, se debería permitir elegir y evaluar al conductor; y seguir el recorrido del vehículo, tanto en la previa como en el viaje en sí.
Asimismo, el proyecto plantea que se permita que el Estado a través de la aplicación vea todos los móviles que están en la calle, un punto de discusión actual ya que se constató que muchos taxis no salen a las calles en los horarios de 2 de la madrugada a 8 de la mañana por el poco movimiento y los costos que representan para los titulares poner un peón.
El proyecto de Juntos por el Cambio
El espacio de Juntos por el Cambio volvió a ir a la carga por la regulación de las aplicaciones, generando un marco para que funcionen. Con el “Servicio Privado de Transporte de Personas Independiente a través de Aplicaciones”, Cardozo propuso que este se sostenga a cargo de usuarios que revistan la calidad de conductores independientes de vehículos que se encuentren registrados en la plataforma, estar sujetos al otorgamiento de concesión, permiso y/o autorización.
Con ese punto, se establecería que los choferes se encontraran identificados y certificados por la Municipalidad para conducir un vehículo.
Sin embargo, no tendrían obligaciones de horarios en las calles ni rutas a seguir, tal y como funciona actualmente Uber. Lo mismo sucedería con la cantidad de coches, los cuales se autorregularían por la oferta y la demanda misma.
No obstante, los conductores tendrían la obligación de tener sus unidades en óptimas condiciones de higiene y seguridad, contar con seguro obligatorio y certificado de ausencia de antecedentes penales.
El proyecto de Volver a Rosario
El concejal Miguel Tessandori presentó un proyecto con algunas similitudes al documento de Juntos por el Cambio, por lo que llegar a un punto en común entre ambos sería más sencillo que con lo expuesto por el espacio que responde a la intendencia.
Puntualmente, el edil expresó en sus considerandos que “corresponde regular y autorizar las nuevas formas de contratación entre partes, adecuando la normativa a las nuevas tecnologías” y que “es ingenuo considerar que puede bloquearse indefinidamente un sistema de transporte que se destaca por una mayor practicidad y costo; y la historia lo ha demostrado repetidamente”.
De ese modo, los prestadores deberían inscribirse en un Registro Municipal y brindar datos sobre los vehículos -con la documentación vigente- y sus choferes, los cuales no podrían trabajar más de ocho horas corridas y hasta 12 horas fraccionadas.
A pesar de ello, uno de los puntos que se separan del proyecto de JxC entiende que la plataforma deberá incluir en su funcionamiento la obligatoriedad de que en la asignación de viajes se priorice en primer término a los Conductores Habilitados de Taxis, en segundo término a los Conductores Habilitados de Remises y en último término a los Conductores Eventuales de la plataforma. Dicha prioridad deberá establecerse por cercanía geográfica y por capacidad de respuesta temporal.
Por último, establecería la creación de un fondo especial, destinado a mejorar las condiciones del servicio público de transporte y las medidas de seguridad vial, que se formaría por el pago de una tasa que deberán ingresar mensualmente las plataformas.
Si bien aún no hay puntos en común entre las tres bancadas, se espera que en las próximas semanas encuentren el modo de regular una actividad que se viene desarrollando hace meses y que los ciudadanos reclaman. Inclusive, podría colaborar en la búsqueda de un dictamen conjunto que al menos dos de los tres espacios participarán del frente Unidos para Cambiar Santa Fe.