El concepto lifestyle tendrá un mayor auge no solo porque atrae a viajeros de diferentes partes del mundo, sino también porque su propuesta acerca a residentes de un mismo país o incluso vecindario, interesados en vivir experiencias significativas en el día a día, como salir a cenar o tomar algo, trabajar en un espacio con estilo o hacer una pausa durante la semana.
Más allá del diseño, uno de los pilares de los hoteles Lifestyle es el ambiente relajado y entretenido y para eso el equipo humano también tiene un perfil especial.
Con la evolución de la hotelería, los procesos de reclutamiento también cambiaron. Por eso para este segmento de hoteles, la prioridad es buscar talentos con carisma y empatía, más allá de su experiencia en el rubro, lo que permite una mayor diversificación social y profesional, donde la inclusión es la palabra clave.
El objetivo es atraer a personas de diversas áreas para tener un equipo humano motivado, que disfrute compartir con viajeros del mundo, en un entorno entretenido, donde se valora la singularidad de cada persona.
Los primeros hoteles boutique atrajeron a clientes de clase alta. Pero lo brillante del concepto lifestyle es que su definición fuera de lo tradicional le ha permitido llegar a todos los segmentos, desde el económico hasta el lujo.
En este contexto un ejemplo es lo que produjo Accor con JO&JOE, que le permitió a la empresa reformular la idea de albergue juvenil incorporando una decoración innovadora y habitaciones compartidas para que los huéspedes pudieran disfrutar en grupo y conectarse.
En el otro extremo, Tribe, una marca australiana que abrió su primer hotel parisino en Batignolles en 2020, irradia lujo y un distintivo ambiente urbano.