Hace unas semanas, el conductor y relacionista público presentó su propio vino. Ya vendió la tercera parte de la producción limitada y estará a la venta para el público general
Hace unas semanas, el empresario relacionado con los medios de comunicación y la gastronomía, Augusto Saracco, presentó su propio vino bajo el nombre de Augusto Saracco Selected Blend.
Se trata de un vinocosecha 2006 pertenece a una partida exclusiva de 540 botellas numeradas y está compuesto por uvas de diferentes varietales y viñedos: un 44% de Malbec de viñedos ubicados en San Carlos, Valle de Uco, 28% Cabernet Sauvignon de la finca Casas Viejas, Valle de Uco y 28% Merlot de Rama Caída, San Rafael.
Fue criado durante 20 meses en barricas francesas de Billon de primer uso y luego puesto en botellas el 3 de marzo de 2008. Descansó en cava a temperatura controlada durante 18 meses. El precio de venta al público es de $600 por caja y llegará a las vinerías con un precio unitario por botella de 120 a 130 pesos.
En diálogo con IMPULSO, Augusto Saracco relató que este vino fue hecho de manera conjunta con Carlos Rivier, enólogo de Bodega Rivier. “El proceso arrancó entre febrero y marzo de 2006 en un viaje que hice a San Rafael, Mendoza, para recorrer algunas de las fincas de la bodega. Allí Carlos Rivier me recomendó unas parcelas que le parecían buenísimas. Acepté y en abril comenzó el proceso de vinificación de una de las mejores cosechas del siglo.”
El total de la producción es de 90 cajas, de las cuales se vendieron alrededor de 30 a particulares. El resto se comenzará a colocar en vinerías como Rey de Copas, Rosario Vinos y Campos, de San Lorenzo.
Con respecto a los planes futuros dentro de este rubro, Saracco adelantó que planea lanzar el año que viene un Gran Reserva, de una partida muy exclusiva de 200 botellas.
Consultado acerca de las razones que lo llevaron a elegir los viñedos de Bodega Rivier, Saracco manifestó: “Además de una cuestión de amistad, valoro mucho la calidad de esta pequeña bodega artesanal que cuenta con viñedos propios, muy cuidados y cuyos enólogos tienen una precisión suiza para trabajar. Yo digo que mis vinos, más allá de ser bien argentinos, tienen una pequeña impronta que le dan los europeos, sobre todo los franceses, que elaboran sus vinos con mucho cuidado y dedicación”.
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