El Fondo Monetario Internacional (FMI) reconoció que debe mejorar sus acciones y prestar más atención a las implicaciones de crecimiento de los programas que acuerda con los países, y resultar “más sensible y realista a los aspectos sociales” y a sus consecuencias en la distribución del ingreso.
En un informe de la Oficina de Evaluación Independiente (OEI) del FMI, que analizó los programas otorgados a países de diferentes regiones desde el 2008 al 2020 -la Argentina no se encuentra incluida en la lista-, se reconoció que aumentó su atención al crecimiento de los países en el diseño de sus programas.
Pero a la vez el informe efectuó una serie de recomendaciones para considerar más acciones en este sentido al acordar los programas de financiamiento.
“A pesar de la creciente atención del FMI al crecimiento debería considerar un número de acciones para mejorar aún más la capacidad de los países en que se ejecutan programas para mantener la actividad, mientras se realizan los ajustes necesarios” durante el período de vigencia de cada acuerdo, se planteó.
Pero también se llama la atención con la necesidad de sostener la atención de los funcionarios del Fondo en que se generen las condiciones para “mejorar las perspectivas de crecimiento más allá del programa“.
Dicha dependencia se expresó así, al referirse a los programas de crédito que otorga el FMI, que generalmente llevan a medidas de ajuste para corregir desequilibrios macroeconómicos.
Entre las principales recomendaciónes, la Oficina expresó que “se debe prestar atención a las implicaciones para el crecimiento de los programas respaldados por el FMI- más completos, sistemáticos, realistas y sensibles a los aspectos sociales y a las consecuencias distributivas“.
El segundo eje de recomendaciones tiene que ver con que “los programas respaldados por el FMI deberían prestar mayor atención a apoyar más eficazmente reformas estructurales profundas, orientadas al crecimiento con un incentivo al desarrollo de capacidades y una más eficaz colaboración con socios en áreas ajenas al mandato básico y experiencia del FMI“.
Por último, el tercer eje de recomendaciones tiene que ver con que “el Fondo debería seguir invirtiendo en la creación de un conjunto de herramientas de modelos y monitores que puedan ser aplicados como base para el análisis de la relación ajuste-crecimiento y puedan seguir evaluando desarrollos relacionados con el crecimiento, en el contexto del programa“.
Télam