La empresa pagó a último momento un bono que vencía este jueves, pero su deuda sigue siendo gigantesca y está resentido todo el sector.
El endeudado grupo inmobiliario chino Evergrande evitó una vez más un desestabilizador default con un pago de bonos de última hora, aunque hizo poco para aliviar las tensiones en el sector inmobiliario del país.
Uno de los acreedores, los clientes de la firma de compensación internacional Clearstream recibió pagos de intereses vencidos sobre tres bonos en dólares emitidos por Evergrande, dijo un vocero de Clearstream este jueves.
Evergrande, la empresa inmobiliaria más endeudada del mundo, avanzó a trompicones entre plazos de pagos en las últimas semanas, mientras trata da hacer frente a más de 300.000 millones de dólares en pasivos, 19.000 millones de los cuales son bonos emitidos en los mercados internacionales.
Los pagos se efectuaron al final del periodo de gracia de 30 días que acabó el miércoles, la tercera vez en el último mes que la compañía ha pagado peligrosamente cerca de una fecha límite. Los bonos tenían un vencimiento total de más de 148.000 millones de dólares.
El incumplimiento habría dado lugar a un default formal por parte de la empresa y habría desencadenado disposiciones de default cruzado para otros bonos denominados en dólares de Evergrande, agravando una crisis de deuda que se cierne sobre la segunda economía más grande del mundo.
Aunque la empresa logró eludir el desastre inminente, los problemas en el sector inmobiliario chino, de unos 5 billones de dólares, no mostraban signos de disminuir ante el inminente vencimiento de un muro de deuda.
“El arreglo a corto plazo parece estar teniendo éxito, pero hay un largo camino por recorrer antes de que este asunto se solucione. Son los primeros días”, dijo una fuente conocedora del asunto en referencia a Evergrande, aunque declinó ser identificada al carecer de autorización para hablar con los medios.
Banqueros y analistas coincidieron en que Pekín se mantendrá firme en las políticas para frenar el exceso de préstamos por parte de las empresas inmobiliarias, incluso mientras realiza ajustes financieros en medio de una crisis de liquidez de la industria.
Evergrande tiene pendientes pagos de bonos por un total de más de 255 millones de dólares que vencen el 28 de diciembre. Pero se ha visto presionada por sus otros acreedores nacionales y una asfixiante restricción de la financiación que ensombreció cientos de sus proyectos residenciales.
La atención de los inversores se está desplazando ahora a otras inmobiliarias con problemas de liquidez que tienen una serie de pagos en el extranjero que vencen a corto plazo, entre ellos Kaisa Group.
Kaisa tiene la mayor deuda externa de cualquier inmobiliaria china después de Evergrande, y pidió ayuda a sus acreedores esta semana. Tiene pagos de bonos por un total de más de 59 millones de dólares que vencen este jueves y el viernes, con periodos de gracia de 30 días para ambos.
No se supo de inmediato si Kaisa, que se convirtió en la primera compañía inmobiliaria china que no cumple con un bono extranjero en 2015, pagó el tramo que vence el jueves. Ya se saltó pagos de algunos productos de gestión patrimonial locales.
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