¿EL gobierno podrá en el corto plazo eliminar el impuesto país y retenciones al agro?

Las promesas de campaña del presidente Milei referidas a la baja de impuestos fundamentalmente el impuesto país y baja de retenciones generan expectativas en el sector del agro y que podrían lograrse en este segundo semestre. Los datos muestran que será difícil y que para realizarlo dependerá de cómo ordena el gasto público para no perder el superávit fiscal y financiero que son claves en el programa económico.

Es importante analizar y observar cómo es la composición del aumento de la recaudación. Si al crecimiento de los ingresos tributarios, uno le saca los derechos de exportación y el impuesto PAÍS (que se multiplicó por 14 en el primer cuatrimestre 2024 respecto a igual periodo del año anterior), el panorama fiscal es bastante otro. Los ingresos tributarios crecen a razón del 200% interanual (con derechos de exportación e impuesto PAIS lo hacen al 255%) cuando el gastocorriente viene acelerado y en abril ya crece al 200%. Hay que tener en cuenta que a esto hay que sumarle el futuro crecimiento del gasto de capital (obra pública) que todavía está pisado.

Ingresos tributarios con y sin comercio exterior y gasto corriente

Incremento interanual

Fuente: LP CONSULTING en base a Ministerio de Economía

Los datos de este gráfico muestran  que la promesa del Ministro de Economía de eliminar el impuesto PAIS y bajar los derechos de exportación (promesa de campaña) hay –como mínimo– matizarla. La condición es que controle el crecimiento del gasto corriente.

Cómo viene el gasto corriente se puede observar en el gráfico siguiente.

Principales componentes del gasto corriente

Incremento interanual

Fuente: LP CONSULTING en base a Ministerio de Economía

Enero fue épico. Las prestaciones sociales y los salarios públicos crecieron por debajo de la inflación (150% versus 250%, respectivamente). En prestaciones sociales, si bien la Asignación Universal por Hijo se duplicó, las jubilaciones y los planes asistenciales estuvieron congelados. Subsidios económicos se “pisaron” todos (tanto que las generadoras eléctricas entraron en conflicto con el gobierno porque siguieron generando en enero, sin cobrar, y más adelante el gobierno les quiso pagar con un bono en dólares que cotiza al 50% en el mercado).

En febrero se acelera el gasto de funcionamiento y se empiezan a despertar los subsidios económicos. En marzo y abril los componentes del gasto corriente se aceleran porque se empiezan a ajustar las jubilaciones y los planes asistenciales y los tarifazos al transporte público y a la electricidad y gas dejan de ser tolerables para la población sin que sean suficientes para sacar los subsidios. Así, los principales componentes del gasto corriente crecen al 200%. Igual que la recaudación sin contar derechos de exportación e impuesto PAIS.

¿Cómo sigue esto?

Los números demuestran que el equipó económico deberá poner mucho énfasis y análisis minucioso de como ordenar las cuentas fiscales. Pero la recaudación de mayo vino complicada. La inflación a mayo fue de 276% interanual, sin embargo, en mayo IVA creció 200% y el impuesto al cheque creció apenas 187%. Es decir, la recesión le puso un techo a la recaudación y la inflación, al bajar –principal objetivo del gobierno–, deja de ser fuente de aumento de recaudación. Pero hay muchos gastos “pisados” (obra pública) y otros que empiezan a ajustar por inflación pasada, que es más alta que la actual (jubilaciones y asignaciones familiares).

Esto es, hasta ahora, una premonición de que el segundo semestre va a ser complicado desde el punto de vista fiscal, si el gobierno no ordena el gasto público. No se trata de “ajustar” gasto público sino de ordenar el sector público para que funcione mucho mejor con equilibrio financiero.

El mejor ejemplo de que el “ajuste” no sirve sino que hay que ordenar el Estado es el caso de los alimentos acopiados no distribuidos en Desarrollo Social. Por el “ajuste” se dejaron de comprar alimentos; por el mal funcionamiento del Estado no se distribuyeron los acopiados. En un país con 40% de pobreza.

En consecuencia, más que “ajuste” hay que ordenar el Estado.

Fuente: LP CONSULTING