En las próximas semanas, el Gobierno anunciará un nuevo sistema de créditos hipotecarios que abandonará el esquema de actualización UVA (indexado a la inflación) y que comenzará a seguir la variación de los salarios. Estos préstamos estarían disponibles para la construcción de viviendas y no serían destinados a la compra directa de una propiedad.
El ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, aseguró que “en las próximas semanas” el presidente Alberto Fernández será el encargado de presentar el nuevo esquema. “Queremos que todos tengan acceso al derecho de la casa propia”, expresó.
“Nosotros ya estamos trabajando con el Banco Hipotecario en el plan Procrear, que lleva adelante las acciones financieras y de administración. Corresponde al Presidente anunciarlo, pero los nuevos créditos van a ser no para comprar (propiedades) sino para construir”, dijo el ex intendente de Avellaneda, y que ese sistema nuevo tendrá “una fórmula atada al salario”.
El Poder Ejecutivo ya había enviado al Congreso en octubre un paquete de proyectos de ley para impulsar la actividad de la construcción compuesto por beneficios tributarios, un blanqueo de capitales para desarrollos inmobiliarios y la creación de una Sociedad Hipotecaria que fomente nuevos préstamos para la vivienda, que no pasó por el parlamento.
En aquel momento, se explicó que los nuevos créditos -presentados por el Ministerio de Economía- iban a estar disponibles, se preveía, para la construcción de primera o segunda vivienda sobre terreno propio o terreno a adquirir.
El monto para construcción sería de hasta el 100% del presupuesto de obra. Mientras que el monto para compra de terreno será hasta el 80% de la tasación o precio de venta del terreno, únicamente para la construcción de primera vivienda.
Además, estarían incluidos los cambios de primera o segunda vivienda por una a estrenar (primera escritura). En ese caso, el monto para la compra contemplaría hasta el 80% de la tasación o precio de venta de la vivienda. En tanto, el monto para cambio sería de hasta el 100% de la diferencia entre el valor de la vivienda que se adquiere y el valor del inmueble que se reemplaza.
De esta forma, el cambio central de los créditos que presentará el Gobierno con respecto a los UVA está relacionado al sistema de actualización de las cuotas. Luego de la traúmatica experiencia de la indexación por inflación, la iniciativa propondría ahora un ajuste que siga al nivel de variación de los salarios registrados.
Para cubrir ese desfasaje entre la actualización UVA (que es la preferencia de los bancos acreedores) y del nuevo sistema por salarios es que el Gobierno además había anunciado la creación de una Sociedad Hipotecaria que administre un Fondo Fiduciario de Cobertura y Promoción (FFCP).
De esta forma, el Fondo Fiduciario sería solventado por una porción de la cuota del crédito hipotecario, aportes de las entidades, la misma rentabilidad que obtenga el fondo y un aporte inicial del Tesoro Nacional.
Su objetivo sería intercambiar flujos ajustados en base al coeficiente de variación salarial (CVS), que se ajustan más a las preferencias de deudores, con otros ajustados en base a los índices de precios y construcción (CER/ICC), preferidos por bancos e inversores.
La integración del fondo se haría a través de un aporte activo de los bancos que participen del mercado de crédito hipotecario, con entre 1% y 5% del valor residual de cada crédito hipotecario cubierto; un aporte trimestral de los bancos que participen de hasta un máximo del 1,25% de la rentabilidad de los pasivos remunerados del BCRA del trimestre; y una prima contenida en la cuota que deberá pagar el deudor hipotecario.