El ministro de Economía, Martín Guzmán, expresó este viernes que la deuda era “no financiable, inasequible, e insostenible” y, para justificar tal afirmación, exhibió la evolución del riesgo país en las últimas semanas, que se incrementó a partir de un nivel cercano a los 2.000 puntos básicos a principios de enero, a más de 4.000 desde que se desató la amenaza del coronavirus.
Hoy es “imposible” el acceso a los mercados de capitales, reafirmó Guzmán en videoconferencia con los acreedores, desde el Palacio de Hacienda, tras ratificar que el ratio de pago de intereses sobre ingresos se duplicó en sólo dos años y las necesidades brutas de financiamiento, sólo para los próximos cuatro años, ascienden a 300.000 millones de dólares y representan en promedio un 20 por ciento del PBI.
Además, Guzmán aseguró que los ingresos tributarios fueron cayendo fuertemente en los últimos años y hoy equivalen a los pagos de deuda anuales.
En tanto, el pago de intereses alcanza niveles similares a los pre-crisis del año 2001, dijo el ministro, ya que en ese entonces se situaba en 20,2 por ciento del PBI y hoy alcanza a 18,4 por ciento, cuando hace 10 años la relación era de sólo 10 por ciento del PBI.
Por otro lado, las reservas internacionales fueron cayendo drásticamente en los dos últimos años y representan apenas 12 por ciento del producto, mientras la deuda externa bruta es cuatro veces mayor que el nivel de ingresos de la cuenta corriente.
En ese sentido, Guzmán afirmó que el país “aún está a tiempo para llevar un proceso de reestructuración ordenado“, aunque ese tiempo “no puede durar para siempre” sino que “tiene un límite” que está siendo alcanzado.
A su vez, el funcionario expresó que el Gobierno quiere actuar de buena fe y “rápido“, por lo que insistió en la necesidad de “cooperación” de parte de los tenedores de bonos, para lo cual los convocó a participar, en el transcurso de la próxima semana, en “discusiones constructivas” sobre el marco macroeconómico presentado, para comenzar con la reestructuración del tramo de deuda con legislación extranjera, por 68.000 millones de dólares.
En torno a eso, Guzmán señaló que “el Gobierno argentino quiere recuperar la capacidad de crecimiento de la Argentina y brindar las condiciones para el retorno a los mercados internacionales“.
“Nuestro compromiso es hacer una reestructuración sustentable, no queremos hacer una operación que en unos años nos requiera hacer una nueva“, sentenció Guzmán.
Télam