Esta semana, Apple puso a la venta el esperado iPhone 4 Blanco, versión de la cuarta generación de su móvil que se encontraba demorada diez meses, desde su presentación en junio del año pasado.
La firma dio distintas explicaciones de las razones del delay en su lanzamiento, todas focalizadas en asegurar que su fabricación resultó ser más compleja de lo planteado en un primer momento.
A pesar de que se aseguró que la única diferencia con el modelo anterior era solamente su color, se comprobó que existe otro detalle que lo distingue de su predecesor: es 0.2 milímetros más grueso que el iPhone 4 Negro.
En algunos casos se informa que esta pequeña diferencia podría traer algunos inconvenientes en el uso de alguna carcaza protectora, que estaría adaptada a la forma de 9.3 milímetros del iPhone Negro y no a la de 9.5 mm del iPhone Blanco.
Hasta el momento, Apple no dio ninguna respuesta de la diferencia de grosor entre ambos modelos.