El papá de Báez Sosa y uno de los patovicas de Le Brique que declaró en el juicio se dieron un emotivo abrazo

“Fue muy contundente y angustiante su declaración, porque es un señor que no conocía a Fernando. Le salieron lágrimas cuando hablaba. Se nos movió el piso”, manifestó Silvino.

Este miércoles se llevó a cabo la tercera jornada del juicio oral en Dolores por el crimen de Fernando Báez Sosa, ocurrido el 18 de enero de 2020 en Villa Gesell. Una vez que finalizó, el jefe de seguridad del boliche Le Brique, Alejandro Muñoz, se cruzó con Silvino, el papá de la víctima, y ambos se dieron en un fuerte abrazo.

“Fue muy contundente y angustiante su declaración, porque es un señor que no conocía a Fernando. Le salieron lágrimas cuando hablaba. Se nos movió el piso”, manifestó Silvino.

Nos dimos un abrazo porque también es padre y le agradecí por las verdades que ha dicho. Vino a decir lo que vio, que fue una masacre total. Escucharlo me impresionó, fue una emboscada para matar a Fernando. Se aseguraron todo y los compañeros no pudieron defenderlo”, agregó.

Cabe destacar que horas atrás, Muñoz se quebró mientras declaraba en los tribunales. “Hace 20 años que laburo de esto y nunca vi algo igual”, sostuvo. Al comienzo de su testimonio, detalló: “Me señalan a Thomsen y trato de sujetarlo solo, pero me hizo tanta fuerza que tuve que llamar a un compañero”.

Durante el ataque, señaló que los rugbiers “se iban turnando” para pegarle a la víctima. “Algunos cubrían y otros le pegaban a Fernando. En un momento Fernando se quería levantar y vi a un chico que le pegó una patada en la cabeza, a partir de ahí no se levantó más”, remarcó.

El patovica también aclaró que cuando a Fernando lo advirtieron dentro del local bailable, él salió solo y tranquilo. “Thomsen era el que más alterado estaba, yo soy grandote y no lo pude contener”, afirmó.