Ya hemos hablado mucho de smartwatches, y sabemos que en el mercado hay muchos ya, con precios que oscilan entre los US$ 200 y US$ 350, dependiendo de la marca, el material de construcción y otros factores.
Pero Apple, que será la última marca grande en ingresar al segmento de los wearables en 2015, ya tiene anunciado su Watch, llegando en varias versiones y prometiendo convertirse en un objeto de deseo –por su fuerza de marca- aunque como todo reloj inteligente, su utilidad aún está en duda.
Cuando Apple anunció su reloj, dijo que su precio partirá en US$ 350, y la conclusión es que este valor será para la versión sport, que cuenta con materiales menos premium con las otras ediciones.
Ahora un reporte habla de cuáles serán los precios de los otros modelos, y es iGen –que ha sido certero con otros anticipos- que indica que la versión de Acero partirá en los US$ 500, un valor bastante más alto que competidores con especificaciones similares.
Más aún costarán las ediciones de lujo en oro, que según este reporte tendrían un valor de entre US$ 4000 y US$ 5000, precios que se ponen a la par con marcas de lujo y tradición.
Los relojes de marcas de lujo pueden costar mucho más que US$ 5000, pero tienen el valor de durar por años o décadas, algo que el Apple Watch no asegura, y a menos que la compañía permita cambiar las partes internas y la batería para que el producto no quede obsoleto, como cualquier producto de este tipo perderá vigencia con los años.
El Apple Watch trae una interfaz diferente, que aún debe probar su efectividad, teniendo en cuenta que la diminuta pantalla no hace fácil el uso de los relojes inteligentes, aunque la compañía ha conseguido ofrecer buenas experiencias en otros dispositivos, lo que genera expectativa en ver cuán bien funciona.
La batería de este reloj no promete ser una ventaja sobre ninguno de sus competidores, y Tim Cook anticipó que habrá que cargarlo todos los días.
Si el Apple Watch será un éxito o no, se sabrá en 2015 cuando salga a la venta. Aunque siempre –y en todas las marcas- siempre es mejor esperar a la segunda o tercera generación para comprar un producto más maduro.