Lejos de estimaciones optimistas, se espera que el nivel del agua se acerque y hasta pueda superar los registros de 1944 (la última peor situación hídrica).
El río Paraná descendió otros 13 centímetros el último fin de semana frente al puerto de la capital entrerriana, se mantiene con una altura de -33 centímetros (debajo del nivel del mar), lo que configura la peor situación hídrica detectada desde 1944, y espera que se acerque a esos registros y hasta podría superar esa emergencia histórica, se informó.
También bajó a la altura de las ciudades entrerrianas de Diamante y La Paz, y se mantiene lejos de sus niveles normales frente a Victoria.
La bajante actual mantiene al río lejos de su nivel de aguas bajas (2,30 metros) y de su altura promedio en julio (3,10 metros) en Paraná; ya superó las marcas de 1971 (0,50 metros), las de 2020 y 1970 (0 metros), y hay que remontarse a 1944 para registrar una situación peor que la actual.
Ese año el río marcó -1,40 metros frente a Paraná, al igual que en Diamante (-1,38), Victoria (-41) y en La Paz (-1,11).
El Instituto Nacional del Agua (INA) indicó que la tendencia descendente “continuará predominando en los próximos tres meses” al menos.
Además, apuntó que julio será “especialmente crítico” y espera impactos en “las tomas de agua para consumo urbano, para refrigeración de centrales de generación eléctrica y de procesos industriales“.
También alertó sobre problemas en “la navegación fluvial, fauna íctica, estabilidad de márgenes” y una “exposición a incendios en márgenes e islas“.
Télam