El nivel del río Paraná volvió a descender en varias ciudades de Entre Ríos luego de repuntar durante la última semana producto de leves lluvias en su cuenca media, aunque continúa lejos de su altura promedio, por debajo de los niveles de aguas bajas y se espera que esa tendencia continúe al menos durante los próximos tres meses.
“La tendencia descendente va a predominar en los próximos tres meses”, apuntó el Instituto Nacional del Agua (INA), que agregó que julio será “especialmente crítico, con afectación de todos los usos del recurso hídrico“, principalmente en la “captación de agua fluvial para consumo urbano“.
El organismo nacional observó “una tendencia media descendente para las próximas dos semanas“, por lo que la perspectiva prevé que los niveles “se irán aproximando a los registrados en el escenario más crítico de la historia“.
En 1944, la situación fue peor que la actual: frente a Paraná, el río marcó 1,40 metros por debajo del cero, al igual que en Diamante (-1,38); Victoria (-41) y en La Paz (-1,11).
Además, el organismo espera impactos en “las tomas de agua para consumo urbano; para refrigeración de centrales de generación eléctrica y de procesos industriales“, problemas en “la navegación fluvial; fauna íctica; estabilidad de márgenes” y una “exposición a incendios en márgenes e islas“.
Télam