La industria textil de Rosario fue una de las primeras en sentir el impacto del parate motivado por la cuarentena. La pandemia de coronavirus paralizó la actividad de los talleres y generó el cierre transitorio de los locales comerciales de venta de ropa.
En tanto, a pocas semanas del reinicio parcial de la actividad en la ciudad, Sergio Colatti, referente de la Unión Textiles Rosario, dialogó con IMPULSO y precisó: “La caída de las ventas es de aproximadamente un 40 por ciento en general. Una merma del 50 por ciento en el sector minorista y una baja del 30 por ciento en las ventas al por mayor”.
Además, se refirió a la situación de los distintos rubros. “Todo lo que sea ropa para salir, por razones obvias, está destruido. Lo que mejor se mantiene es la indumentaria utilizada en el mundo fitness y la ropa de algodón para actividades familiares”, puntualizó.
Asimismo, en comparación con la coyuntura que afrontó el sector en el inicio de la etapa de aislamiento, el escenario actual es medianamente positivo. “Frente al panorama de los meses de marzo y abril, ahora estamos un poco mejor. Sobre todo en el interior, puesto que los mayores problemas están en las grandes ciudades, donde los locales no pueden abrir, como en Buenos Aires”, explicó.
Por otro lado, en cuanto a las proyecciones realizadas previamente, Colatti señaló: “La situación está un poco mejor desde que retomamos la actividad, aunque lamentablemente las ventas no son las esperadas ni están acorde a lo que cada empresario previó productivamente. A su vez, los altos costos que tienen los que poseen estructuras grandes impactan en paralelo a la abrupta caída de las ventas”.
ACTUALIDAD Y FUTURO INCIERTO
Si bien en esta fase del aislamiento el sector poco a poco va sumando horas de actividad, la inestabilidad que deja en evidencia la curva de contagios es un motivo de preocupación para el sector textil.
“Hay mucha incertidumbre producto de que más allá de que se puede trabajar –expresó Colatti-, cuando uno ve que en los pueblos hay casos, se genera una gran preocupación en torno a que se tenga que volver para atrás, lo que sería un verdadero desastre, un caos total”.
Por otro lado, en relación a los meses venideros, el referente de la entidad textil rosarina vaticinó: “Ya estamos viendo cuáles son las nuevas condiciones para la próxima temporada, que estimo será corta, magra y austera. Creo que nos llevará un año o un año y medio recuperar lo que actualmente llaman ‘la nueva normalidad’”.