El intendente de la ciudad de Santa Fe, Mario Barletta se mostró este lunes muy entusiasmado tras la fiesta que vivió la capital provincial durante el fin de semana pasado con la llegada del TC 2000. El mandatario municipal dialogó con la prensa sobre las primeras conclusiones que dejó una nueva edición de la categoría más tecnológica del automovilismo en Sudamérica en el circuito callejero “Ciudad de Santa Fe”.
Acompañado por los secretarios de Control, Cornellio Collins; de Producción, José María Chemes; y de Obras Públicas, Roberto Porta, el mandatario local remarcó que “la organización fue impecable. Era un desafío enorme: nos enfrentábamos a una carrera nocturna y teníamos buenas expectativas porque se había trabajado muy seriamente desde la secretaría de Obras Públicas y con la empresa Philips, y hay que saber que todo lo que se invirtió en equipamiento va a quedar para la ciudad de Santa Fe. Si bien lo vamos a desmontar de la pista, será utilizado para otras circunstancias o para la carrera del próximo año”.
Primeros números
Acerca del movimento económico que se generó en la ciudad durante los tres días de la fiesta automovilística, Barletta anunció que “en los primeros cálculos, podemos hablar de unos 10 millones de pesos. De todas formas, creo que lo importante es el comentario de la gente que vino a Santa Fe, como los empresarios de la Fiat Línea y representantes de las marcas de todo el país. En oportunidad de conversar con ellos, hablaban que, salvo experiencias de carácter internacional, no habían visto en el país una organización de este tipo y con una calidad urbana del entorno del circuito y con un comportamiento como el que hubo. Por eso quiero agradecer a todos los santafesinos”.
A su vez, confirmó que entre el sábado y el domingo hubo en el circuito más de 100 mil personas. “Todavía no tenemos datos precisos de cuántos eran locales y cuántos de afuera, y queremos agradecer a todo el sector privado de la hotelería, la gastronomía y los comerciantes”.
Sobre este último aspecto, Chemes confirmó que “estamos tratando de afinar los números y ver cómo repercute en distintos sectores de la ciudad. Algunos sectores son obvios, como la gastronomía y la hotelería, que tienen un fin de semana pico en el año. Las 2.500 plazas hoteleras de la ciudad se colmaron durante los tres días y de acuerdo a la ubicación geográfica de la gastronomía tuvieron una venta mayor de entre el 20 al 50 % de lo que es un fin de semana normal”. Además, comentó que “se está ampliando la información con los peajes de ingreso a la ciudad para saber cuánta gente llegó a la ciudad. Desde lo económico, la primera lectura que realizamos es que ha sido un éxito y una inyección de dinero a una plaza que ha incrementado un fin de semana turístico”.