Se aplica en ambientes rústicos, en modernos espacios con toque vintage o en sitios cool que quieren presumir de su pasado.
El ladrillo pasó de ser considerado el material económico por excelencia, que había que cubrir rápidamente, a convertirse en parte fundamental de la arquitectura y el interiorismo.
Es un producto que se utiliza desde hace más de 10.000 años, durante la época del Imperio Babilónico.
Las mayores ventajas de este material constructivo son su escaso mantenimiento, su tamaño y su facilidad de colocación.
Además, pueden especificarse en una gran cantidad de colores y texturas, y en su sumatoria y variación, gracias a sus diferentes formas y tamaños, pueden crear fachadas de enorme complejidad y belleza.
Entre otros motivos, es elegido por los arquitectos e interioristas para decorar paredes de todo tipo debido a su calidez, y su impronta industrial que es sinónimo de encanto.
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