El envase de aluminio viene ganando terreno en el sector de bebida, por ser 100% reciclable y práctico. Hay proyecciones de infinitas posibilidades de crecimiento dentro del mercado.
A poco más de un año del lanzamiento del vino en lata en Argentina, Ball Corporation junto a las principales bodegas del país han comenzado a marcar tendencia con sus envases creativos, innovadores y eficientes, ofreciendo nuevas experiencias de consumo que se adaptan a todas las audiencias. La lata de aluminio viene ganando terreno en el sector de bebida, por ser 100% reciclable y práctica, y ahora estos atributos ahora acompañan a la industria vitivinícola, dando lugar a infinitas posibilidades de crecimiento dentro del mercado.
Respecto del 2019, el año pasado tuvo un crecimiento del volumen en un 48%, en el que se destacó el formato Sleek de 269cc gracias a su diseño elegante y su tamaño ideal para el consumo individual. Luego, a raíz de la pandemia, los hábitos de las personas se fueron modificando y, con ellos las ocasiones de consumo de vino. Así, se potenciaron otras experiencias donde la lata, que equivale a un tercio de la botella, se presentó como una opción ideal para el consumo particular y de forma segura.
“Es un orgullo haber impulsado, de la mano de bodegas de primer nivel, vino en lata para todos los amantes de esta bebida. El lanzamiento fue muy exitoso porque combinamos vino de calidad junto con las innovaciones implementadas en el envase, lo que permitió alcanzar volúmenes de negocio muy interesantes”, compartió Andrés Agnello, Gerente Comercial de Ball Corporation. “Le hemos acercado al consumidor nuevas opciones para diferentes ocasiones de consumo, a la vez que cuidan el medioambiente”, añadió.
PROYECCIONES
Esta categoría está madurando y creciendo cada día más, con un gran potencial por explorar. De acuerdo con los datos del INV (Instituto Nacional del Vino) en 2020 se vendieron 83 millones de litros más que en 2019. Las exportaciones crecieron en un 26,7%, alcanzando el volumen más alto de los últimos 12 años.
Este año ha demostrado que tanto los amantes del vino, como las bodegas encontraron en la lata infinitas posibilidades. A su vez, para el consumidor resulta más conveniente, ya que la lata mantiene la calidad y el sabor de la bebida, presenta un enfriado más rápido, y es más eficiente, gracias a la practicidad de su tamaño para la logística y la resistencia del envase que permite llegar a nuevas experiencias.
Para los próximos años se espera un crecimiento continuo en el país y la región, brindando al mercado latas con diferentes volúmenes, etiquetas cada vez más creativas y nuevos players ingresando al mercado. Para los productores vitivinícolas se abre un abanico de posibilidades junto a la lata, permitiéndoles explorar en las tendencias mundiales que giran en torno a las graduaciones alcohólicas, sabores más dulces, variación de las burbujas y mezclas de uvas. Para 2027 se espera un crecimiento global del mercado de vinos enlatados, alcanzando los 155.100 millones de dólares.