Un resultado ajustado no despejaba la pugna por el liderazgo del próximo gobierno en la mayor potencia de Europa.
La socialdemocracia aventajaba ajustadamente a la coalición democristiana-socialcristiana en el escrutinio de las elecciones de este domingo en Alemania, de modo tal que los líderes de ambos sectores reivindicaban la intención de encabezar el gobierno de coalición que sucederá al de la canciller Angela Merkel tras 16 años.
El Partido Socialdemócrata (SPD) reunía 25,5% de los votos contra 24,5% de la coalición formada por la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y la Unión Social Cristiana (CSU), según proyecciones de resultados que todavía eran provisionales.
Según esos guarismos, el SPD obtendría 204 bancas en el Bundestag (cámara baja del parlamento) y la alianza CDU-CSU tendría 197, sobre 730 escaños totales, según la agencia de noticias DPA.
El candidato a canciller de SPD, Olaf Scholz, afirmó que su partido logró un “gran éxito” y se manifestó dispuesto a “formar gobierno”.
“Por supuesto que estoy contento con los resultados electorales; muchos votantes dejaron bien claro que quieren un cambio en el gobierno y que el próximo canciller debe ser Olaf Scholz”, dijo de sí mismo.
Mientras tanto, el candidato a canciller de CDU-CSU, Armin Laschet, convocó a los demás partidos a formar una coalición “contra un gobierno de izquierda”.
“Un voto a la Unión es un voto contra un gobierno federal de izquierda, por eso vamos a hacer todo lo que esté en nuestras manos para formar un gobierno federal liderado por la Unión”, remarcó.
Laschet dijo que esa nueva alianza debería llamarse “Coalición Futuro”, e incluir al Partido Liberal Demócrata (FDP) y a Los Verdes.
El líder de la CSU, Markus Soeder, interpretó que los resultados son un revés para Scholz porque este prefería formar una coalición de gobiernos con ecologistas y La Izquierda.
Hasta esta noche, ninguno de los dos grandes partidos había mencionado la posibilidad de reeditar la gran coalición entre SPD y CDU-CSU que dominó la escena política alemana en los últimos ocho años.
Detrás de los dos grandes partidos quedaban Los Verdes (13,8% de los votos y 114 bancas), el FDP (11,7% y 91 diputados), la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD, 10,9% y 83 escaños), y La Izquierda (5% y 40 asientos).
UNA ELECCIÓN DIFERENTE
A diferencia de la Argentina, en Alemania el jefe del gobierno no es elegido directamente, sino por el nuevo parlamento.
No obstante, la figura del candidato al Ejecutivo designado por cada partido juega una relevancia creciente en el electorado, que no solo vota al diputado de su distrito, sino también al partido que apoya al postulante a canciller que más le convence.
Este año, tres de los 47 partidos que compitieron en los comicios presentaron un aspirante a la cancillería: Laschet, por la conservadora CDU-CSU; Scholz, por SPD, y Baerbock, por Los Verdes.
Fuente: Télam
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