Impulso

Era todo un desafío y por ahora cumplió. La vuelta de Emiliano Vecchio a Central marcó el regreso de un jugador al que le habían quedado cosas por mostrar. En tanto, después de dos amistosos, el volante hizo una evaluación de cómo se siente en este regreso: “Estoy feliz jugando en Rosario Central, me siento un pibe. Hace siete u ocho meses que no se juega, soy una persona que llega mucho al área y tiene gol pero eso lo voy a mejorar con el correr de los partidos. Tenemos que entender que hace seis meses jugábamos totalmente diferente“.

En “Estadio 3” de LT3 habló de esta función que le dio el entrenador de ser la manija del equipo: “Me siento cómodo de enganche. El Kily (González) me da la posibilidad de ser interno por izquierda. Me da libertades para mantener el orden. Intento mejorar día a día, este es el desafío más grande de mi vida, usar la número diez que sabemos la historia que tiene y la responsabilidad de ser el capitán“.

“Hay mucha juventud y calidad. Considero que los más grandes tenemos que llevar el peso de todo y ellos liberarse sin perder la esencia. Tienen que jugar con la responsabilidad de la camiseta que están vistiendo. Los más grandes tenemos que poner el pecho por ellos“, dijo, deslindándole responsabilidad a los más jóvenes.

Vecchio dejó en claro algunos de los puntos a revertir: “El primer tiempo nos equivocamos el camino, en el segundo tiempo fuimos más amplios. Hay que usar las bandas para liberar por adentro. Es un equipo con muchos jóvenes que están entendiendo a que jugamos. El jugador que no es atrevido no puede jugar en Central“.

El enganche no dudo en afirmar que se dio un paso hacia adelante después del primer amistoso: “Sabíamos que contra Unión iba a ser complicado. Había cosas para mejorar y este partido fue importante. Hay que seguir corrigiendo errores. Nuestro equipo tiene que ser intenso, esa es la bandera pelear y jugar arriba, que seamos atrevidos, necesitábamos seguir mejorando el funcionamiento“.