La compañía, una de las más exitosas entre las nativas digitales, primero se expandió en el país y luego conquistó territorios más allá de las fronteras.
La empresa argentina de alimentos congelados Frizata desembarcó en los Estados Unidos, con lo cual la marca sumó a su negocio la ciudad de San Francisco (en California) a San Pablo (Brasil), Santiago (Chile) y las argentinas Rosario, Córdoba, la Plata y el AMBA, donde ya opera.
Esta expansión le permite llegar a 1,7 millones de consumidores, con su propuesta de 50 alimentos congelados que resultan de la cadena de valor integrada de la empresa: desde la investigación y desarrollo (I+D), la producción, el e-commerce y la distribución que se realizan en vehículos propios que garantizan la temperatura de los productos congelados, según se informó en un comunicado.
Este modelo de negocio se conoce como DNVB (Digitally Native Vertical Brand) y permite ahorrar costos entre la fábrica y el consumidor y producir alimentos de calidad, aseguraron en la empresa identificada como una “foodtech“.
La marca apunta a los flexitarianos, consumidores que buscan reducir el consumo de carne, para atender la demanda de “millones de consumidores deseosos de repensar la forma en que se alimentan todos los días, con una experiencia simple, precios accesibles y cuidando del medio ambiente“, según el Ceo de Frizata, Adolfo Rouillon.
“Nuestra visión es llegar a las 200 ciudades de todo el mundo durante la próxima década”, agregó Rouillon, y señaló que en cada ciudad el desembarco se realizó con equipos locales.
Télam