Miles de chilenos volvieron a las calles para exigir mejoras sociales y económicas, en una jornada en la que resonó la demanda popular para dar al país una nueva constitución que reemplace a la sancionada en los tiempos de la dictadura de Augusto Pinochet.
El “superlunes” de marchas, concentraciones callejeras y cacerolazos en todo el país, convocado por la Mesa de Unidad Social, que reúne a más de un centenar de organizaciones sociales de Chile, se cumplió en Santiago y en otras ciudades del país, bajo una nueva represión del gobierno chileno.
La convocatoria fue lanzada en coincidencia con la publicación de una encuesta de Cadem, según la cual 87% de los chilenos considera que el país necesita una nueva Constitución, un debate que se abrió en paralelo al estallido social que comenzó el pasado 18 de octubre y dejó 23 muertos y miles de heridos, detenidos y múltiples denuncias por violación a los derechos humanos.
La Constitución vigente en Chile fue sancionada en 1980, en época de dictadura, y desde entonces, hasta 2017, fue objeto de una veintena de reformas.
El gobierno del presidente Sebastián Piñera afirmó por distintos canales que no descarta un debate sobre reforma constitucional, pero aclaró que la prioridad en esta emergencia es recuperar la paz de la sociedad y luego poner en desarrollo una agenda social que atienda los problemas urgentes.
CONTUNDENTE MENSAJA DE RIGOBERTA MENCHU EN SANTIAGO
Los miembros de una misión enviada a Chile por el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas fueron recibidos por las máximas autoridades judiciales del país, que le entregaron información considerada de utilidad para sus investigaciones, según medios chilenos como El Mercurio y Radio Cooperativa.
Las denuncias por brutalidad policíaca durante la represión llevaron a la Premio Nobal de la Paz 1992, la guatemalteca Rigoberta Menchú, hasta el Palacio de La Moneda, donde entregó una carta dirigida a Piñera.
“Chile no es un país anárquico, desordenado; es un país que tiene Estado, tiene jefes y ¿qué pasa con los jefes cuando hay un abuso de derechos humanos? Es su profunda responsabilidad lo que pasa en su territorio”, indicó Menchú en una breve declaración.
Fuente: Télam