En octubre la Fábrica Argentina de Aviones (Fadea) realizará el roll out -presentación en tierra- del Pampa III, la versión digitalizada del avión de entrenamiento avanzado.
Una vez que haya entregado las 40 unidades compradas por el Estado nacional, lo que demandará dos años de trabajo, buscará lograr una inserción en el exterior.
Según información a la que tuvo acceso IMPULSO, con 1.404 empleados, casi la mitad de ellos dedicados a tareas de producción directa, Fadea también colocó su eje en un cuerpo estratégico que busca la integración con países de la región para armar el entrenador primario Unasur I y el montaje y representación comercial del helicóptero chino de dos toneladas CZ-11, rebautizado como Pampero.
El plan de negocios también incluye la fabricación de un avión fumigador, la selección de un socio internacional que permita la producción de un helicóptero bimotor (en la lista aparece Augusta, también tentada por la Provincia) y continuar con el mantenimiento de aviones con anclaje nacional, en particular los de la Fuerza Aérea.
En este marco, los directivos de la compañía explicaron que mediante desembolsos por 240 millones de pesos a lo largo de tres años, Fadea puso en marcha un nuevo equipamiento de origen italiano que funciona por control numérico y un nuevo sector para la producción de piezas con material compuesto.
En lo que concierne al capital humano, en tanto, la empresa incorporó a 145 personas (tenía 903 en diciembre de 2010), mediante un proceso de selección que apuntó a la creación de puestos de trabajo de alta tecnología.
Vale recordar que el proyecto Pampa ha tenido una suerte esquiva desde su lanzamiento, en 1988, ya que ninguno de los planes de comercialización en el exterior tuvo éxito.
Durante la administración de Néstor Kirchner, el Estado adquirió seis y ahora estos 40 que deberán estar listos en 2015.