Un productor agropecuario santafesino comenzó a implantar en agosto de 2019 uvas maduras de las variedades Malbec y Cabernet Sauvignon en un predio de la localidad de Arteaga y planea cosechar las primeras uvas a fines de 2021, lo que transformará a su iniciativa en el primer viñedo de la provincia.
En un predio que se encuentra apenas por encima del nivel del mar y en una zona que pertenece al núcleo sojero, las viñas de Arteaga -en el sur de la provincia- se desarrollan vigorosas bajo el sol santafesino.
La iniciativa es llevada adelante por el productor Luciano Palasesi, de 38 años, propietario de una fábrica de chacinados y de un parador gastronómico en la misma chacra en la que implantó las vides.
Luego de evaluar su decisión y de asesorarse con el enólogo mendocino Matías Prieto, el chacarero de Arteaga decidió hacer realidad su sueño y en agosto del 2019 plantó una hectárea de vides en un territorio dominado por la soja.
“Estamos jugando con la querencia del pueblo, hemos plantado 3100 plantas, una por cada habitante de Arteaga. La mitad de la variedad Malbec, y la restante de Cabernet Sauvignon y pensamos elaborar la misma cantidad en litros de vino”, dijo Palasesi a Télam.
Tras precisar que el cultivo de las vides se hizo mediante “el sistema Gobelet”, que se aplica en la región francesa de Burdeaux, Luciano, expresó:“ojalá podamos hacer un vino rico y agregarle otro atractivo turístico a Santa Fe, porque acá en la provincia tenemos muchas cosas por mostrar”, remarcó.
“Esto es algo experimental, no conocemos sobre vitivinicultura, pero el viñedo será el aporte a un proyecto gastronómico rural. La idea es instalar un restaurante en el campo que tenemos a un costado del cruce de las rutas 15 y 92″, explicó Palasesi.
Respecto a las condiciones del suelo y el clima de Arteaga para el desarrollo del cultivo de uvas, el productor rural dijo que “hay tierras pedregosas, con fertilidad, y precipitaciones para el desarrollo y crecimiento de las plantas”.
Más allá de las condiciones generales, Palasesi señaló que tuvieron que focalizar el trabajo en la detección de residuos de agroquímicos en alimentos frescos, el impacto de los fitosanitarios sobre el suelo, napas y aguas, y la necesidad de cambiar modelos de producción.
Por último Palasesi dijo que si bien su iniciativa “está enmarcado en un negocio”, su propósito “es proyectar la vida de mis abuelos, pequeños agricultores que tenían una forma de vida muy sana, saludable. Comer lo que te da la tierra”, concluyó.
Fuente: Télam