Uno de los dichos del fútbol es que los equipos se arman de atrás hacia delante, parece que al Kily González se le está haciendo realmente complicado cumplir con esa afirmación ya que con su elegido para defender el arco Canalla, Jorge “Factura” Broun, surgen constantes complicaciones que frenan la definición de la llegada a Arroyito.
EL PROBLEMA. La última traba que se conoce, cuando todo parecía cerrado para que el guardameta regrese al club después de muchos años es que Gimnasia,el Lobo platense pretende 130 mil dólares para rescindir su contrato, claro que el problema mayor surge porque la institución platense quiere que ese dinero se haga efectivo en dólar billete, algo que hoy no se acostumbra ya que los ingresos se pasan de dólares a pesos con cotización oficial.
Ante esto, la directiva Auriazul empezó a buscar variantes, más allá de los que ya estaban arriba de la mesa como el ecuatoriano Alexander Domínguez quién, aparentemente, se habría bajado de la chance al tener inconvenientes en rescindir su contrato con Vélez. Quien debido a esto se subió a la posibilidad es Marcos Díaz, el actual arquero de Talleres quien pretende continuidad y en el conjunto cordobés tiene mucha competencia con Guido Herrera.
Mientras tanto se sigue buscando otro centrodelantero, la inactividad de Marco Ruben en el último tiempo a pesar de verlo muy bien desde lo físico obliga a buscar una opción en el frente de ataque. Más allá que fue ofrecido y en algún momento se lo vio con buenos ojos, no termino de convencer Lucas Barrios y van a la búsqueda de una opción para el técnico.
LA BUENA NOTICIA
La buena noticia llegó de la mano del Tribunal Arbitral Superior (TAS), quién desestimó la apelación presentada por Lanús, por lo que quedó firme el fallo de junio pasado que obliga al Granate a pagarle a Central 900 mil u$s más intereses por el 50 % de la venta de Diego Braghieri a Atlético Nacional de Medellín en el 2018. Solo resta acordar la forma de cobro de dicha suma.