El jueves pasado trascendió en medios porteños la información acerca de los clubes que tienen cheques rechazados en el fútbol argentino, la suma total alcanza los 511 millones de pesos y en el podio está Rosario Central detrás de San Lorenzo que encabeza la lista con más de $ 325 millones.
Según consigna el relevamiento el Canalla lo sigue con más de $ 90 millones, es decir, un 17% de la deuda total de los clubes con cheques rechazados y en el último lugar del podio aparece Independiente de Avellaneda con algo más de $ 60 millones. La información fue suministrada por el Banco Central de la República Argentina.
A esta altura del año pasado, Rosario Central tenía apenas 5 cheques devueltos por seis millones de pesos, situación que ya había encendido las alarmas puesto que hacía desde el 2015 que no tenía estos problemas por falta de fondo.
En 2020 la Academia Rosarina lleva 129 cheques rechazados por 112 millones de pesos, de esos papeles pagó 42 a cambio de 22 millones de pesos, 4 que fueron rechazados por defectuosos, es decir que en ellos el problema no era la falta de pago, lo que queda en números finales es una deuda en 83 cheques rechazados que no cubrió durante este año con una suma que asciende a 90 millones de pesos.
VENDER PARA EQUILIBRAR
A precio oficial se acerca al millón de dólares, cabe destacar que no es la única deuda que tiene Rosario Central situación que lo debilita en el mercado financiero para solicitar crédito. Según la tesorería Canalla, obliga a vender antes de diciembre por una cifra cercana a 3.8 millones de dólares para equilibrar las finanzas deterioradas de la institución. Según explican con esta cifra “no llega a pagar todas las deudas pero por lo menos apaga el incendio económico”.
Sobre este panorama la dirigencia Auriazul dió una conferencia de prensa este viernes donde marcó algunos detalles. “El 80% de la deuda es por el mercado de pases. Queríamos saldarlo con la venta de Zampedri y no se dio. Teníamos contemplado ventas que no sabemos si se van a dar. Estamos refinanciando” comentó el presidente Rodolfo Di Pollina.
El Vicepresidente Ricardo Carloni manifestó por qué se generó la deuda: “La mayoría de los cheques rechazados fueron a partir de la pandemia. Si pagábamos los cheques, no podíamos pagar los sueldos. Priorizamos. Los sueldos están al día. Esperamos ingresos extraordinarios para corregir este tema”.
Mientras que el tesorero Adrián Raguza expresó que “falta cobrar por Gil, Lo Celso. No veo grandes riesgos. Buscar recursos genuinos es imposible. El financiamiento con las entidades bancarias está cortado. Les pasa a todos los clubes, con Unión y Defensa estamos en vía de llegar a un acuerdo. El monto total del pasivo no lo tengo preciso, pero no varía demasiado respecto al último ejercicio. Si el club no vende, no va a quedar insolvente”.