El Gobierno admitió llevar adelante “conversaciones” para lograr la emisión de un nuevo billete de $5.000.
Por otra parte, el proyecto también buscaría lanzar uno de una denominación menor, de $2.000.
La iniciativa parte de una pérdida de valor del billete de máxima denominación en Argentina, ya que los $1.000 perdieron contra la inflación en estos cinco años transcurridos desde su nacimiento.
De esta manera, para que el consumo vuelva a funcionar con cierta normalidad, el debate fue nuevamente discutido. Ahora se habla de la posible emisión de un billete de 5.000 pesos, que pasaría a ser el de mayor denominación.
En las últimas horas, las conversaciones se habrían pactado entre funcionarios de los organismos involucrados (Ministerio de Economía, Banco Central y Casa de la Moneda) para impulsar la emisión de un nuevo billete aunque “no se habló de ninguna denominación en particular”.
“La complicación de efectuar compras con billetes de baja denominación incentiva las operaciones electrónicas y el blanqueo de la actividad”, fue uno de los argumentos brindados a favor del proyecto.
En ese contexto, las quejas de los bancos respecto a los costos de movilizar enormes cantidades de papel están encontrando oídos mejor dispuestos. Aunque, según fuentes del sector, el pedido de las entidades no se enfoca solo en la necesidad de emitir billetes de $5.000, sino también en la urgencia de sacar de circulación a los billetes de menor denominación.