Dormir en el zoológico Taronga y alimentar a sus animales o escalar el famoso puente Harbour Bridge, entre las favoritas
Por Norberto Sica Sídney es continuamente considerada una de las mejores ciudades del mundo para visitar y vivir. Cuando fui por primera vez a mediados de 2009, quedé plenamente enamorado, no sólo por sus bellezas naturales, sino por ser una metrópoli avanzada, organizada, plenamente cultural, con infinidad de propuestas para el turista y con un gran abanico de nacionalidades.
Según el último censo, cerca de 4.5 millones de personas viven en la ciudad más importante de Australia. Además de playas reconocidas para realizar deportes acuáticos (como Bondi Beach o Manly Beach), el histórico barrio The Rocks, en el que se combinan edificios antiguos con una gran actividad nocturna y ferias artesanales, su impresionante Jardín Botánico Real y el fantástico Opera House, en esta segunda visita a Sídney les recomiendo cinco actividades que no pueden dejar de hacer.
1) Dormir en Taronga Zoo.
La experiencia se llama "Roar and Snore" y permite a los visitantes disfrutar de una agradable noche en la costa este de Sídney. La actividad comienza cerca de las seis de la tarde. Uno puede llegar al zoológico de 21 hectáreas a través de distintos medios de transporte, entre ellos, el ferry, mi preferido para este tipo de viajes. La atracción comienza con una merienda en la que especialistas acercan distintos animales a un espacio especialmente acondicionado. Luego, se nos lleva a nuestras carpas (no las tradicionales para acampar) que están equipadas con cómodas camas king size.
Después de un breve descanso podemos ir a cenar, para minutos más tarde dar comienzo al recorrido por el zoológico utilizando luces infrarrojas para ver el comportamiento de los animales durante la noche. Cómo duermen, cómo se alimentan y cómo interactúan entre sí. Luego se nos invita a dormir y muy temprano en la mañana, se nos despierta con un gran atractivo: ver el Opera House y el Harbour Bridge con los colores del amanecer. Tras un desayuno, comienza la última parte del programa. Alimentar y estar en contacto con algunos animales, entre ellos, jirafas y koalas. Durante el resto del día uno puede disfrutar del predio hasta su cierre a las 5 de la tarde.
El precio de una noche arranca en los 500 dólares.
+ información en: www.taronga.org.au.
2) Visitar Sydney Tower
La torre de 305 metros de altura fue inaugurada en 1981, luego de seis años de obras y una inversión de 26 millones de dólares. En su sala de observación, es posible obtener una panorámica de 360 grados de la ciudad, pudiendo aprovechar vistas del Harbour Bridge, Darling Harbour y el Jardín Botánico Real, entre otros puntos de interés. También se puede disfrutar de un almuerzo, merienda o cena con una increíble vista.
Además, el lugar cuenta en su parte inferior con un shopping de lujo, con marcas como Hugo Boss, Versace, Christian Louboutin, Gucci, Armani y Salvatore Ferragamo, entre otras. Posee un sector gastronómico de excelencia, con restaurantes boutiques.
3) Escalar el Harbour Bridge
Uno de los íconos más importantes de esta ciudad es su puente, cuya construcción llevó ocho años (fue inaugurado en 1932) y permite unir el centro financiero con la costa norte. Escalar el puente es una oportunidad única de tener vistas plenas del Opera House y de gran parte de la ciudad. No requiere un gran entrenamiento, aunque se recomienda que lo hagan personas que no tengan ninguna condición médica, especialmente, cardíaca o respiratoria.
El mejor momento para hacerlo es sobre el atardecer, ya que se pueden observar en el cielo, la clásica combinación de los coloresnaranjas y azules, propios de este momento del día, y culminar con un escenario nocturno.
El lugar es tan particular que incluso es contratado para realizar bodas en la parte más alta del puente.
4) Ir al Darling Harbour
Esta zona cuenta con distintos museos, entre ellos, el National Maritine Museum, un acuario, un mini zoo, locales gastronómicos, un complejo de cine Imax y un centro de convenciones. Desde el lugar, se puede contratar tours para realizar avistaje de ballenas (a sólo 30 minutos de la zona) o recorrer la bahía en distintas embarcaciones.
5) Conocer el Opera House
Así como al ver la torre Eiffel, uno lo asocia inevitablemente con París, tener una imagen del Opera House es claramente el signo distintivo no sólo de Sídney, sino también de Australia.
Levantar este complejo de distintas salas de teatro no sólo significó un gran esfuerzo y proeza de ingeniería, sino también sortear distintas voces contrarias a invertir el dinero necesario para su construcción. De hecho, existieron tantos problemas políticos, que su diseñador, el danés Jørn Utzon, no pudo asistir a su inauguración en 1973.
El Opera House cuenta con cinco salas de teatros, cinco estudios de ensayos, dos salas principales, cuatro restaurantes, bares y tiendas de regalo.
Norberto Sica es director editorial de IMPULSONEGOCIOS.COM
Imágenes: STML & Sydney Tourism