El Gobierno de los Estados Unidos había sancionado a la aerolínea estatal venezolana, Conviasa.
La historia del avión retenido en Ezeiza continúa sumando aristas. En las últimas horas se conoció que el Gobierno de los Estados Unidos había sancionado a la aerolínea estatal venezolana, Conviasa. En aquel entonces, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), que depende del Departamento del Tesoro, emitió una alerta y publicó un listado con 40 aviones.
“El régimen de Maduro ha comandado aviones de Conviasa para promover su propia agenda política, incluido el traslado de funcionarios del régimen a países como Corea del Norte, Cuba e Irán”, sostuvo la OFAC hace dos años. Sin embargo, las sanciones no le impidieron continuar trabajando ni ampliando sus rutas. Sus operaciones aumentaron un 85% en 2020, lo que la convirtió en una de las pocas compañías aéreas del mundo que registró algún crecimiento durante la pandemia.
Su flota asciende a 20 aviones Embraer E190, para 104 pasajeros cada uno, y dos aviones Airbus A340, con capacidad para 300 pasajeros. El avión inmovilizado en el aeropuerto de Ezeiza, un Boeing 747-300M, pertenece a EMTRASUR, una filial de CONVIASA, y se sumó a la flota en febrero de este año como parte de un plan de la aerolínea para expandir sus operaciones de carga y correo.
El 13 de mayo pasado, el avión salió desde Venezuela y aterrizó en el aeropuerto Guaraní, en la ciudad de Minga Guazú. En esa circunstancia, se supo que la tripulación estaba integrada por venezolanos e iraníes. Según el manifiesto del vuelo, publicado por medios paraguayos, fueron 7 iraníes y 11 venezolanos. Desde ese país partió hacia Aruba para transportar una carga de cigarrillos valuada en casi 755 mil dólares, gastando solo en combustible unos 300 mil dólares.
De los 7 iraníes que llegaron a Paraguay, apenas dos coinciden con los tripulantes del vuelo a Ezeiza: Gholamreza Ghasemi y Abdolbaset Mohammadi. La fiscal federal de Lomas de Zamora, Cecilia Icardona, solicitó investigar a los tripulantes del avión venezolano para determinar si poseen vínculos con el terrorismo. Además, la letrada pidió que se decrete el secreto del sumario para evitar que se filtren datos de la causa.
La solicitud se presentó este lunes ante el juez Federico Villena, quien ya había ordenado que se les retuvieran los pasaportes a los ciudadanos iraníes durante 72 horas. También, el magistrado había dispuesto que se les tomaran las huellas digitales.
Además, la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) deberá informar cualquier movimiento que se produzca sobre la aeronave. Hasta el momento, tiene prohibido salir del país y se encuentra varada en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza.
Cómo fue el caso del avión iraní detenido en Ezeiza
El Boeing 747 pertenece a la aerolínea iraní Mahan Air y está sancionado por los Estados Unidos. Provenía de Caracas y viajaba bajo bandera venezolana. El aparato aterrizó el lunes 6 de junio en Córdoba por la densa niebla que había en Buenos Aires. Luego se dirigió al aeropuerto internacional de Ezeiza.