Poderosos y cada vez más delgados son los smartphones, y el límite parece correrse cada vez que alguna compañía de origen chino presenta su próximo flagship, tal como sucedió este miércoles, cuando Vivo develó al equipo que destronó al Oppo R5 en la mayor delgadez del planeta.
Con 4.75 milímetros de espesor, este nuevo teléfono no escatima ni en diseño, elegancia o poder. Para conseguir esta hazaña, los ingenieros de la compañía han diseñado un motherboard que mide solo 1.7 milímetros.
El resultado es un equipo elegante, que hace parecer grueso a cualquier flagship de las marcas más conocidas, y que ofrece especificaciones técnicas buenas para un smartphone de gama alta.
Tiene una pantalla de 5.5 pulgadas AMOLED 1080p, un procesador Snapdragon 605 de ocho núcleos, 2 GB de RAM y 16 GB para almacenamiento, y en tan pequeño equipo, ha quedado lugar para una ranura que permite ampliar la memoria.
Cuenta con una cámara trasera de 13 megapíxeles, y una frontal de 5 megapíxeles. El sistema operativo es Android 4.4.4 con Funtouch 2.0 al frente.
Este ultra delgado saldrá a la venta en China el próximo 22 de diciembre, y difícilmente se consiga fuera de su lugar de origen.