La nueva película de Matías Szulanski contiene relatos acerca de las parejas, que recurren a diferentes tipos de humor y géneros cinematográficos.
“Flipper”, nueva película de Matías Szulanski que se estrena este jueves en salas, es un homenaje al cine con tres historias, inconexas entre sí, que se valen del amor de pareja para, a partir de ahí, crear universos tan atractivos como bizarros y que apela a diferentes tipos de humor y géneros cinematográficos.
“La idea originalmente salió porque tenía tres historias escritas que compartían muchos elementos en común: flippers, diamantes, amor, crimen…. En vez de elegir cuál hacer y cuál descartar, me pareció divertido hacer las tres”, explicó el director en una entrevista con Télam en la previa al estreno de su octavo filme.
Cómica y absurda
En la primera historia, con tintes cómicos y absurdos, un hombre, típico macho alfa en la piel de un destacado Fabián Arenillas, decide vender el anillo de diamante de su esposa para comprarse un flipper.
Un delirio que lo lleva a contraer deudas mientras se anoticia de un sorpresivo embarazo de cuatrillizos. Prestamistas, embaucadores, y un cameo del director Paulo Pécora son condimentos para una historia tan bien llevada como ridícula y extrema son las consecuencias de los actos.
Una joven abatida por el abandono de su novio
En la segunda, una joven abatida por el abandono de su novio decide comprar un flipper por medio del diario SegundaMano y, en la peripecia por comprarlo, el vendedor la estafa y le roba la plata.
Con amigas y gente del lugar, deciden pasar unos días de descanso en la Costa, mientras piensan cómo recuperar el dinero junto a un hombre lobo seductor, de grandes patillas, en una Ferrari al que denominan como “El Presidente”.
“Al principio, traté de ver cómo entrelazarlas para que sea una sola historia grande, pero me pareció muy forzado. Así que me pareció interesante hacer las tres historias, que de alguna maneras son -casi abstractamente- tres versiones de una idea, y cada una hacerla con un género bien marcado y distinto una de otra” dice el realizador.
Un musical
La tercera es la más llamativa por tratarse de un musical. Una joven entra en el día de su cumpleaños a su casa y mata a su novio, quien estaba escondido en la oscuridad para sorprenderla con una torta.
En vez de llamar a la policía y contar lo sucedido, elige descartar el cuerpo con la ayuda de una amiga.
“Hice un musical un poco por ‘rebeldía’, no es un género muy visitado por el cine nacional. Hace poco me empezaron a gustar los musicales y vi que no había casi de cine argentino o latinoamericano. Mejor no quedarse a medias y fui con toda en esa. Igual, dobla un poco las reglas del musical, porque los géneros tienen reglas y el musical es un género definido, y esta tercera parte es musical, pero más musical que lo que norma en el género”, explicó.
Fuente: Télam