La Unión Europea (UE) presentó un certificado sanitario para permitir una mejor circulación de los inmunizados contra el coronavirus, en medio de un debate a nivel mundial por esta medida que reclaman los sectores más golpeados por los efectos económicos de la pandemia como el turismo, pero que también genera rechazo con argumentos que van desde una afrenta a las libertades hasta el poco conocimiento que se tiene todavía de las vacunas.
La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, dio a conocer el proyecto para lanzar el documento, formalmente llamado “Certificado Digital Verde”, que registrará que el portador fue vacunado, es inmune u obtuvo resultado negativo de un examen de PCR, precisó la agencia de noticias AFP.
“Queremos ayudar a los Estados miembros a restablecer la libertad de circulación de una forma segura, responsable y digna de confianza“, dijo la dirigente alemana.
El comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, se dedicó a aclarar que no se trata de un “pasaporte sanitario“, ante la controversia que genera esta idea, y apuntó que el certificado “no será un requisito previo para ejercer el derecho a la libre circulación y no discriminará de ningún modo“.
Con relación a la vacunación, el documento tendrá en cuenta las cuatro que ya fueron autorizadas para su aplicación en la UE: las de BioNTech/Pfizer, Moderna, AstraZeneca y Johnson & Johnson.
O sea, deja afuera a otros fármacos como el Sputnik V o las de origen chino como Sinopharm que pudieron ser administradas a ciudadanos europeos que se encontraban en el extranjero o en países del bloque donde sí están autorizadas como Hungría y Eslovaquia, aunque la UE permitirá que cada Gobierno decida si acepta la certificación emitida por otras vacunas.
El documento será válido en todos los países europeos y la intención de la Comisión es que esté disponible a tiempo para la temporada del verano boreal (de fines de junio a fines de septiembre), dando cuenta que su implementación fue impulsada por los países que mayores ingresos obtienen del turismo como Grecia y España.
Télam