El control de la inflación ha sido el eje central de las políticas económicas del Gobierno desde el inicio de su gestión, relegando a un segundo plano la reactivación de la actividad económica.
Este panorama se refleja en el PIB que, según datos del Indec, cayó 3,4% durante los primeros seis meses del año en el comparativo con el mismo período de 2023. Descenso que hubiese sido aún más pronunciado si no fuera por el aporte del sector agropecuario que no se vio afectado por sequías como años anteriores.
No obstante, en julio, el Estimador Mensual de Actividad Económica (Emae) –que permite anticipar la variación en el PIB– mostró una mejora de 1,7% respecto a junio en su medición desestacionalizada. Este repunte podría ser señal de una recuperación gradual, pero lejos está de ser la recuperación en “V” que buscaba el Gobierno.
Fuente: LP CONSULTING en base a INDEC
Los 4 factores para seguir de cerca
Para los próximos meses, mientras ciertos factores dan indicios favorables de un posible repunte, otros continúan presionando en sentido contrario, poniendo en duda la posibilidad de una recuperación sostenida.
- Salarios y generación de empleos
El Gobierno logró reformas en la legislación laboral con la eliminación de las multas por mala registración de los trabajadores, la creación de un nuevo régimen para trabajadores independientes y la introducción de un fondo de cese laboral. Aunque aún existen puntos por resolver, el sentido de las reformas apunta hacia la generación de empleo registrado.
En paralelo, tras la baja en la tasa de inflación de los últimos meses los salarios comenzaron a recuperar poder adquisitivo. Ambos factores, empleo y salarios, pueden llegar a tener impacto positivo en los ingresos de los hogares, el consumo y la actividad.
- Tasa de Inversión
La inversión es el principal factor al que apunta el Gobierno para la reactivación. Será clave el recibimiento que los inversores y el mercado hagan de incentivos como el Régimen de Incentivo a la Generación de Inversiones (Rigi) y el blanqueo de capitales. De momento, y con datos parciales, los depósitos en dólares han aumentado 4 mil millones desde mediados de agosto llegando al nivel más alto en cinco años, según datos del BCRA.
- Sostenibilidad régimen cambiario y monetario (cepo?)
A la hora de planificar, un elemento clave para el inversor es contar con información y relativa estabilidad sobre precios de la economía como el tipo de cambio o la tasa de interés. Es decir, es crucial tener indicios de cuál va a ser la política monetaria, e incluso si va a poder disponer libremente del resultado de su inversión (si sigue el cepo o no).
Recientemente el presidente y el Ministro de Economía han vuelto a fijar condiciones para la eliminación de las restricciones cambiarias: una tasa de inflación mensual del 2,5%, por lo que la salida del cepo no sucederá al menos a corto plazo.
- Reformas estructurales y sectores estratégicos
En el análisis sector por sector, el agropecuario tuvo un impacto positivo en 2024, pero se enfrenta a un posible retroceso en 2025 debido a una posible sequía y la caída en los precios de la soja.
Por otro lado, la industria logró un aumento mensual en julio, luego de varios meses de caída en su actividad, mientras que la construcción ya lleva cuatro meses seguidos de crecimiento. Ambos sectores parecen haber tocado piso y dar señales de repunte.
Por otro lado se observa lentitud de reformas estructurales
Si bien se logró la aprobación de la Ley de Bases y el paquete fiscal, su tratamiento demoró seis meses, lo que genera preocupación sobre el ritmo de las reformas. Más aún cuando quedan pendientes muchos temas de la agenda de reformas del Pacto de Mayo, en áreas clave como por ejemplo la estructura tributaria o el sistema previsional, que tendrían influencia decisiva sobre la competitividad.
¿Cómo crecer a largo plazo?
La estabilidad es clave, pero no suficiente
Las proyecciones presentadas en el Presupuesto 2025 reflejan un firme compromiso del Gobierno con la búsqueda del equilibrio fiscal, lo cual es un avance positivo hacia la estabilización económica. No obstante, el equilibrio es condición necesaria, pero no suficiente por sí sola, para garantizar un crecimiento sostenido a largo plazo.
Fuente: LP CONSULTING