El ahora pre-candidato a presidente por Unidad Ciudadana arrancó su campaña con Alicia Kirchner en Santa Cruz y resaltó: "Mi candidatura no es testimonial".
El precandidato a presidente Alberto Fernández inició su campaña electoral en Santa Cruz, cuna del kirchnerismo, junto a la gobernadora Alicia Kirchner, y resaltó que su postulación “no es testimonial”, al rechazar las críticas de quienes lo tildan de “títere” de Cristina Kirchner.
El ex jefe de Gabinete expresó: “Mi candidatura no es testimonial, yo soy un dirigente político”.
“Ni Cristina es Perón ni yo soy Cámpora”, insistió el ex funcionario nacional.
Por otra parte, señaló: “A mí me encanta la consigna ´Vamos a Volver´ porque me llena de fuerza. Pero, ¿para qué vamos a volver? Vamos a volver para ser mejores”, se esperanzó.
Explicó que “ser mejores que (Mauricio) Macri no cuesta nada”, y tras esa chicana aclaró que “el desafío” es “ser mejores de lo que fuimos”.
A la hora de explicar los desencuentros que tuvo con la ex jefa de Estado, luego de su salida en 2008 tras el estallido de la crisis con las entidades del campo, Fernández indicó que “se pelearon por la política” como le pasó a “miles de argentinos” con la diferencia de que ellos salieron “en los diarios”.
“Alberto y Cristina volvieron a reconstruir el equipo que alguna vez fue”, remarcó y señaló: “El que piensa que no voy a escuchar a Cristina está loco”.
En otro orden, Fernández sostuvo que la situación en que va a dejar Cambiemos este año es “mucho peor que el de 2003”. “Cuando llegamos en 2003 es justo reconocer que (Eduardo) Duhalde había apagado el incendio. Nosotros teníamos el desafío de levantar una nueva Argentina sobre esas cenizas. Tenemos una enorme diferencia respecto de la deuda. Hoy estamos técnicamente en default. Si no hubiera venido el FMI a socorrernos estaríamos en default. La deuda con el FMI era menor al 10%. Hoy es superior al 35%”, comparó.
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