El objetivo es que “exporten más, generen más trabajo, se vuelvan más competitivos y tengan más utilidades”.
El presidente Alberto Fernández ratificó en Mendoza el compromiso del Gobierno nacional para que “los productos que se industrialicen cada vez paguen menos retenciones“, como se hizo con el sector vitivinícola, con la intención de que “exporten más, generen más trabajo, se vuelvan más competitivos y tengan más utilidades“.
En el marco de la Fiesta Nacional de la Vendimia y al encabezar el acto organizado por la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), el primer mandatario dijo que la mejora de la competitividad del sector y de las economías regionales impactan en mayor producción y en el ingreso de dólares que necesita el país.
Durante el acto realizado en la localidad de Luján de Cuyo, Fernández recordó que hace 18 años, cuando era jefe de Gabinete de Néstor Kirchner, juntos lanzaron un primer plan para el sector del vino, que ha tenido logros y que ahora debiera rediscutirse y relanzarse.
“El vino argentino es un muy buen vino, no sólo lo saben los argentinos. El mundo entero reconoce la calidad“, señaló Fernández y llamó a debatir para “darle fuerza” a una producción que ya se realiza en 18 provincias de todo el país.
En su primera visita a la provincia desde que es presidente, el jefe de Estado dijo en ese sentido que “hay un potencial de desarrollo enorme” que no se debe desaprovechar y destacó las palabras dichas previamente por el gobernador local, Rodolfo Suárez, para trabajar en el “encuentro” entre posiciones diversas que permitan acrecentar la producción.
“Lo que debemos hacer es darnos un plan, como sociedad. Ganan los que producen en las vides, ganan los empresarios, ganan las provincias, gana el Estado nacional“, dijo el jefe de Estado, quién además pidió “ser parte” del “debate“.
El Presidente también se apoyó en las palabras de Suarez para convocar a todos a combatir la pobreza y reiteró que “nadie puede pensar que se puede vivir en paz en una sociedad en que 4 de cada 10 argentinos están sumidos” en ese flagelo.
En ese sentido, afirmó que más allá de la cuestión ética es un “buen negocio” terminar con la pobreza y añadió: “Los consumidores expulsados a la pobreza, dejan de ser consumidores. Es un buen negocio terminar con la pobreza“.
Télam