ENTREVISTA IMPULSO. El artista rosarino se gana su lugar en Buenos Aires. Tras haber realizado diversos espectáculos musicales sobre las tablas del Broadway o La Comedia, se decidió por el diseño y actualmente se desempeña como BAR en "Corte y Confección", luego de haber resultado finalista.
Fernando Cuellar está lleno de energía. Escucharlo hablar sobre su carrera y sus proyectos, da cuenta de las ganas y el entusiasmo por triunfar en lo que le gusta.
En Rosario supo dar sus primeros pasos en comedia musical y protagonizar diversos espectáculos. Más tarde llegó a Buenos Aires donde, tras haber participado de la segunda temporada de Corte y Confección, se volvió jurado en la tercera entrega.
En diálogo con IMPULSO, Cuellar recordó: “Siempre me gustó lo artístico, me gustaban mucho las canciones en la comedia musical, encerrarme en mi cuarto y ensayar coreografías. Cuando terminé la secundaria me animé a anotarme en un curso de comedia y ahí me di cuenta que me encantaba“.
Con una vocación ya imposible de ocultar, dejó la carrera de Psicología que había comenzado para dedicarse de lleno al arte. “Estudié danza, canto y teatro, todo por separado. De una manera más intensa”, comentó. Ya sobre el escenario, el talento florecía. Entre los personajes que más recuerda, destacó el protagónico en El Rey León, donde hizo de Simba; a la vez que personificó al Príncipe Lucas en la serie televisiva “Princesas: un amor verdadero”.
Con esta última interpretación, realizó una gira a nivel provincial mientras que la tira continuaba emitiéndose por televisión. “Todo eso me fue demostrando que era lo que me gustaba, y empezó a responder en lo comercial”, manifestó. Más tarde, junto a una amiga produjeron “Original: El musical”, con el que realizaron algunas temporadas en el Teatro La Comedia. El trabajo luego se transformó en una serie que se emitía por YouTube, “Original: empezar de cero“.
A su vez, con mentalidad de emprendedor, decidió llevar adelante una empresa de eventos infantiles con la que también supo trabajar algún tiempo. Sin embargo, todo llegaba a un tope desde los proyectos y las ilusiones; situaciones que no se condecían con el anhelo de más logros por parte del artista.
EL DISEÑO, LA OTRA FACETA
El mundo del teatro lo contactó a su vez con el vestuario. Cada personaje requería una vestimenta especial, que, según expresó, no terminaban de convencerlo. “Ahí empecé a probar, fui decorando lo que las modistas hacían. Después me animé un poco más y mi abuela me enseñó a usar la máquina de coser. Fui aprendiendo y me di cuenta que me gustaba y me salía”, destacó.
Con todas sus habilidades dentro de la valija, cerró el equipaje y se dispuso a probar suerte finalmente en Buenos Aires. Si bien era una ciudad ya conocida porque viajó en algunas ocasiones a tomar cursos de actuación, irse a vivir no había sido una posibilidad hasta el momento. Aún así, se propuso en un comienzo que sólo fuese un mes.
Al poco tiempo de haberse mudado se contacto con el emblemático director Pepe Cibrián, quien se encontraba realizando un casting para su siguiente obra. Se anotó, tomó un seminario intensivo y, si bien la obra finalmente no se hizo, el incentivo para quedarse se instaló con más fuerza.
“Me quedé y empecé a hacer castings para publicidad, teatro, y me dediqué a esto“, indicó. A los pocos meses de haberse instalado, fue parte de la obra Cleopatra en la gran calle Corrientes. Mientras llevaba adelante las funciones, apareció la oportunidad de realizar el casting para “Corte y Confección”, el reality de modistas que conduce Andrea Politti por Canal 13.
Si bien ya lo había intentado en la primera temporada sin éxito, sus ganas de continuar procurando su meta seguían vigentes. Así, una semana antes de que finalizara la convocatoria, envió un video “muy así nomás” y a la semana siguiente lo llamaron. “No lo podía creer, no lo esperaba”, recordó entre risas.
De esta manera, la conexión con la moda volvió a tener un lugar protagónico en la vida de Cuellar. “Corte y Confección me demostró que podía combinar mis dos mundos: el de la actuación, porque se necesita un poco para estar en un programa de este estilo para hablar y desenvolverse; y el de la moda”, comentó.
Tras haberse desempeñado como participante y concluir con el tercer puesto, llegó la posibilidad de ser BAR.
Esto consiste en una serie de ex participantes que se vuelven jurados para el casting en vivo de la tercera temporada. “Así, los ex participantes pueden dar su punto de vista justamente como ex participantes, lo que permite ayudar a juzgar. Por ahí uno sabe cosas que el jurado no, lo que cuesta confeccionar una prenda, ideas que se ocurren, trucos para engañar un poquito al jurado, también en relación a peleas y votación entre participantes“, sostuvo.
Si bien el cambio fue abrupto, porque de una semana a la siguiente cambió de rol, manifestó haberse hallado en esta nueva faceta. Ante ello, sentenció: “Tuve que buscar el rol de Fernando como jurado, ver qué me interesaba ver y juzgar, y desde dónde dar las devoluciones. Me encontré, me gusta”.
Su cabeza y sus ideas no paran. Al consultarle sobre posibles proyectos a futuro, sus sueños no tienen techo. “Me gustaría seguir con el reality porque lo disfruto mucho y nos llevamos todos muy bien; también me encantaría estar en el Bailando porque me encanta bailar, hacer alguna temporada de teatro, estar en alguna tira”, mencionó entre sus deseos. Una gran cantidad de desafíos que sostienen la motivación en alto. Tal como concluyó el artista: “eso es lo que me mantiene vivo”.
EL TOP FIVE DE SUS MEJORES DISEÑO BY FER CUELLAR
Imágenes: Gentileza