En este sentido, recomiendan no saltear ninguna comida para evitar ingestas excesivas a la noche, moderar el consumo de bebidas alcohólicas y el de bebidas con azúcar agregada, aumentar el consumo de agua; y planificar con antelación la cantidad de comida a preparar para evitar la acumulación de sobras.
Además, aconsejan comer despacio y masticar bien, moderar el consumo de alimentos calóricos e incluir preparaciones variadas que contengan frutas y verduras.
Al respecto, la jefa de residentes del Departamento de Alimentación y Dietética del Hospital de Clínicas, Alexa Gómez, indicó que “un problema recurrente es la ingesta excesiva de alimentos en un corto período de tiempo, que suele favorecer los síntomas mencionados, esto suele estar acompañado de saltarse las comidas del resto del día festivo o ingerir pocos alimentos llegando con mucha hambre al momento de la fiesta”.
Cuando esto ocurre, para Gómez, “es más difícil controlar las porciones, aun más si la variedad de platos es muy grande, por eso es importante realizar las comidas previas incluyendo frutas, verduras y cereales integrales”.
Además, la licenciada sostiene que “un consumo elevado de grasas de origen animal como cortes de carne, manteca, mayonesa y crema de leche también puede contribuir a la sintomatología digestiva” y aconseja seleccionar cortes de carne magra como pollo y pavo sin piel, peceto, retirar la grasa visible y alimentos como manteca, crema o mayonesa reemplazarlos por aceites vegetales.
Sobre el consumo de bebidas alcohólicas y cómo evitar que caigan mal y produzcan resaca, la especialista señaló que las bebidas en las fiestas suelen ser “alcohólicas y azucaradas y esto lleva a que muchas personas tengan un consumo excesivo tanto de alcohol como de calorías extras y vacías”.
En este punto, recomendó “tomar agua a lo largo de todo el día de las fiestas e incorporar varios vasos a lo largo de la noche”, en tanto, advirtió que “muchas veces también se empieza a consumir alcohol mucho antes de ingerir alimentos, lo cual puede favorecer un mayor consumo con el estómago vacío y que esto nos genera malestar”.
Por otra parte, Gómez explicó que “es un mito” que es más perjudicial mezclar diferentes tipos de bebidas alcohólicas que tomar solo un tipo de bebida durante toda la fiesta, y que una ingesta excesiva siempre va a generar síntomas.
Y alertó que con una porción de alguno de los platos festivos típicos se puede consumir unas 2300 calorías, cuando “2000 es lo que necesita un adulto promedio en todo un día”.
Por eso, señaló, es importante “servir porciones pequeñas de los alimentos más calóricos y preparar alternativas con una mayor proporción de vegetales como ensaladas, vegetales a la parrilla, vegetales rellenos”
Para la profesional, hay que “cocinar la cantidad justa para los comensales para evitar las sobras excesivas”, y que esto lleve a consumirlo durante días.
Respecto a la cantidad de kilos que se pueden ganar en una noche, Gómez dijo que “el aumento de peso que puede significar la comida de las fiestas tiene que ser analizada en el contexto de cada persona” y como el cuerpo tiene la capacidad de almacenar la energía extra consumida y la guarda en forma de depósitos de masa grasa ” es importante no solo controlar la ingesta en las comidas de celebración, sino los días previos y posteriores”.
En este punto, la licenciada recomendó “aumentar el gasto de energía manteniéndose en movimiento (acorde a las posibilidades de cada uno), ya que también es una herramienta para tener en cuenta cuando uno busca alcanzar o mantener un peso saludable”.
Fuente: Télam