“Valiéndose de la estructura y del reconocimiento público de la sociedad Fernández Soljan SA, defraudaron y ocasionaron un daño patrimonial de quienes habían confiado sus ahorros, con un sistema de estafa piramidal al menos desde 2017”. Así comenzó el fiscal Miguel Moreno la imputación contra el financista Luis Herrera, de 64 años, su esposa Marcela Beatriz Fernández y sus hijos Diego e Ignacio, detenidos el último martes acusados de estafas, lavado de activos, defraudación y asociación ilícita. La audiencia se realizó en la sala 7 del Centro de Justicia Penal este jueves y continuará el viernes.
Los perjuicios contra los ahorristas, según las denuncias que recolectó hasta hoy la Unidad de Delitos Económicos, sumaron algo más de 5 millones de dólares y 34 mil euros. Los abogados de las víctimas estiman que de aquí en más podrían sumarse nuevas presentaciones, de gente que hasta ahora no se había animado a presentarse en sede judicial.
Los allanamientos que terminaron con la detención de los Herrera se hicieron con la División Inteligencia de la Agencia de Investigación Criminal. Y además de llegar hasta una coqueta mansión en Alberdi, fueron a Timbúes, Pueblo Esther y Granadero Baigorria.
Los fondos fueron entregados a la familia Herrera entre los años 2003 y 2021. En los casos que presentó el fiscal de la Unidad de Delitos Económicos del MPA, hubo gente que les dio desde 3 mil dólares hasta ahorristas que confiaron medio millón de la divisa norteamericana. De acuerdo a lo planteado por Moreno, para el ardid era clave la confianza que se tenía en la financiera Fernández Soljan S.A, fundada por el suegro de Luis Herrera.
De acuerdo a lo relatado por el fiscal en la imputación, que presentó un escrito de 288 páginas con el detalle de cada caso, en julio de 2021 los denunciantes empezaron a tener problemas para retirar los ahorros de la financiera. Y desde esa fecha en adelante, también se discontinuaron las respuestas telefónicas y por mail.
La casa donde Herrera fue detenido en Alberdi, en JC Paz 1928.”A partir de fines de 2017, los fondos de los ahorristas empezaron a ser desviados a la adquisición de bienes que engrosaron el patrimonio de la familia Herrera. En diciembre de 2017 adquieren un departamento en Mar del Plata. En 2018, un departamento en Rosario para que funcionen sus oficinas. En noviembre de 2018, una casa en Timbúes, en 2019 un Audi SR3, en 2021 un BMW. En 2018, suman acciones del MATBA y aportan capital a Fernández Soljan SA y a la empresa Tanoni Hnos, también a otra empresa en la cual el hijo de Herrera es vicepresidente. A Smartium SA también le transfirió dinero, que funciona en el 4to piso de Rioja 1474, en el mismo edificio en el que la familia tiene sus oficinas”, enumeró el fiscal Moreno.
Al hacer las denuncias, varios ahorristas denunciaban que Herrera se comprometía a invertir los fondos en la bolsa de Chicago con una tasa del 12 por ciento anual en dólares. Así cada mes se les enviaba un informe por mail detallando cómo iban mejorando sus ingresos, con un falso membrete arriba que decía “Chicago Board of Trade”, aunque en esa ciudad norteamericana no tenían idea sobre la financiera rosarina.
La audiencia pasó a un cuarto intermedio hasta el viernes a las 9 de la mañana. La jueza Paula Álvarez deberá dar lugar a las defensas y se definirá si los imputados quedan en prisión.