La presidenta de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE), Florencia Cahn, aseguró que el presente “es un pésimo momento para viajar” al exterior y se preguntó “si no deberían ser más enérgicas las restricciones” sanitarias oficiales para prevenir la propagación de la Covid-19.
“Es un pésimo momento para viajar. Toda persona que viene del exterior potencialmente no solo puede ser contagiado de coronavirus sino que puede traer una cepa que puede ser potencialmente más contagiosa y más grave”, dijo Cahn en declaraciones a Radio Nacional.
Tras considerar “preocupante” el actual panorama sanitario, la epidemióloga expresó sus dudas respecto a que “si no debería ser más enérgica (la batería de medidas de prevención sanitaria), más allá de la recomendación de no viajar”.
“Cuando el viajar o no viajar queda a criterio de la gente, pasan estas cosas”, dijo.
En ese sentido, y por caso, el pasado viernes se conoció que 44 de 149 jóvenes -uno de ellos, hijo del vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli- que ingresaron al país de regreso de un viaje de egresados a Cancún, México, dieron positivo de Covid-19 en virtud de lo cual el Ministerio de Salud de la Nación renovó su recomendación para que los argentinos restrinjan todo lo posible los viajes al exterior.
Y al día siguiente, el gobierno nacional dispuso a través del Boletín Oficial nuevas reducciones en la frecuencia para los vuelos que llegan del exterior con el objeto de el contacto aéreo con países con alta circulación de nuevas variantes del virus.
En tanto, un grupo de científicos junto a referentes políticos o de la lucha por los derechos humanos, encabezaron la firma de un petitorio que circula por redes sociales pidiendo mayores restricciones de fronteras, cancelación de vuelos internacionales, y aislamiento obligatorio de 14 días en hoteles para turistas que regresan al país “independientemente de los estudios diagnósticos que los viajeros acrediten”.
PREOCUPA LA CEPA BRASILEÑA
En otro pasaje, señalaron que los “preocupa particularmente la variante denominada P1, surgida en Manaos (Brasil), que ya ha sido detectada en nuestro país y circula ampliamente en Brasil. Esta situación ha conducido ya a Brasil a padecer un reciente colapso sanitario acompañado por más de 2000 fallecimientos diarios, de la mano de la gestión irresponsable y negacionista del Presidente Jair Bolsonaro”.